jueves, 4 de febrero de 2010

Velos

A decir verdad, todavía me cuesta trabajo comprender la polémica que existe con respecto a la mujer islámica, pues la aconfesionalidad de nuestro estado debe permitir la libertad de culto. No entiendo por qué se critica que una mujer cubra su cabeza(que no rostro, como en el caso de esa mortaja a la que llaman burka, que roba su presencia a la misma, pero eso es otro asunto), cuando no hace muchos años, la mujer cristiana debía hacer lo mismo para ir a misa. De hecho, recuerdo estampas de mi abuela y mi madre ataviadas de esa guisa cuando debíamos ir a la iglesia en alguna ocasión especial, no siendo criticado ni condenado por nadie. Es más, nunca se ha pensado que estaban siendo sometidas al poder del hombre. Por eso, no veo bien esa hipocresía religiosa o fundamentalista, que condena una libertad de opción, de herejía si tomamos el origen de la palabra a la hora de entender la religión y la creencia. En esta sociedad sólo se tolera lo que no es diferente ni destaca, lo normal, y lo qué queda fuera de esos cánones no está permitido. Por eso se ve habitual un velo en misa, pero no un hiyab en la calle. No seamos hipócritas ni falsos. Tanto derecho a crítica tiene uno como otro, aunque para mí no son molestos ninguno de los dos, pues son herencia cultural, y eso hay que respetarlo.

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