jueves, 3 de julio de 2008

Calidad y precio

Cierto gran almacén que usa el rojo como seña de identidad está poniendo en dudas la capacidad de elección de los consumidores, al decirles que sus precios son más baratos, con esa publicidad absurda del señor que se excita sabiendo que los productos del anunciante son más baratos. Estoy de acuerdo en que todo el mundo busca que la relación entre calidad precio sea muy interesante, y que a lo mejor un producto puede ser más caro que en otro sitio, pero también hay que ver cómo son aquellos artículos ofertados, los servicios post-venta y la atención al cliente. Por motivos personales, hace más de un año que dejé de comprar en esta cadena, ya que tuve problemas con un artículo, y no me atendieron en post-venta como me merecía. Nadie se merece ser tratado como tonto o tonta porque no quiere comprar allí, por muy baratos que sean los artículos ofertados, por muy superior que sea la calidad de los mismos. Se está viviendo una falta de respeto al cliente en los mercados financieros que debería hacer recapacitar al mismo, que está perdiendo derechos por momentos, como el derecho a a devolución del importe abonado, en efectivo, algo inalienable que defienden las organizaciones de consumo a capa y espada, y que estos señores ignoran reiteradamente. Estamos cada vez más involucionados e involucionadas, por lo que es necesario que actuemos de una vez por todas. No podemos, ni debemos, perder nuestros derechos.

miércoles, 2 de julio de 2008

Insultando

Las actitudes personales son de lo más extrañas, y a la vez simples. Sobre esta simpleza quisiera hablar hoy, pues me gustaría dedicar la entrada de hoy a la gente que insulta y usa el insulto como única forma de expresión. Estos argumentos de ignorancia son el reflejo de la actitud personal, que solo entiende la intolerancia y la falta de respeto como argumentos válidos. No son pocas las veces que se insulta a quién escribe porque sus trabajos no son del gusto. Pobreza de pensamiento y falta de personalidad. Desgraciadamente, se está fomentando que no se razone y los vientos están cargados de intolerancia. En la televisión es habitual que el tono elevado sea la argumentación de quién exige la atención, aunque no tenga la razón y quieran imponerla. En radio, un locutor ha sido condenado por insultar gravemente, puesto que sus declaraciones hacen que los oídos duelan. Me paro a pensar en esta proclama intolerante que nos recorre y hace apología del insulto como único argumento válido. Invita a la reflexión que cada vez exista menos respeto hacia el prójimo, por sus ideas, su sexualidad o sus creencias políticas o religiosas. Se está creando un caldo de cultivo extremadamente preocupante, y deberíamos dar la voz de alarma.

Calor

Con la llegada del verano es inevitable la llegada del calor, sobre todo por el sur de España,donde el Sol parece cebarse más y dejar caer sus rayos con mayor contundencia. En estos días salir a la calle a horas centrales del día se presta una aventura que roza la locura quijotesca, y tan sólo se está bien si el aire acondicionado o las sombras nos protegen de las altas temperaturas. No son pocas las veces que he escuchado que el calor andaluz no es tan exagerado, por parte de la gente que no conoce nuestra región, que cambian de opinión una vez que han llegado a Andalucía. Y es que, el calor que por aquí se vive es tan sofocante que es difícil de tolerar. Por otra parte, tiene una gran ventaja, que es el agradable clima que se respira, pudiendo disfrutar más del día, pues no anochece tan temprano como en otros países. Recuerdo que cuando repartía publicidad, era imposible estar en las calles a partir de las 11 de la mañana, y la única forma de poder trabajar era con las primeras luces del alba, para que en el primer despunte del Astro Rey el camino fuese de retorno. Aquellos días eran los de pedir una caña en el Múapelo porque si no era imposible que alcanzase mi meta. Una caña que apenas saboreaba porque servía para calmar mi sed, antes de tomar la segunda que sí paladeaba. Ese es uno de los placeres que deja el verano: la cerveza de mediodía.

lunes, 30 de junio de 2008

Desapercibida

Que el fútbol es el equivalente actual al circo romano es algo que nadie duda, ni siquiera se plantea, pues distrae la atención sobre otras cosas. Entre tanta vorágine futbolera, el resto de noticias, importantes o no, quedan relegadas a un discretísimo segundo plano, como la muerte de Gabriela, una joven de 28 años, muerta a manos de su ex pareja, tras sufrir el acoso del mismo durante meses. Es la sexta víctima de la violencia de género en la Comunidad de Madrid, y la número 29 en el conjunto de España. Me esperaba una vuelta a la realidad menos dramática, con un tema más valorable, alguna frikada o cualquier otra cosa criticable. Lo qué no me imaginaba, ni deseaba, era escribir sobre otra víctima de violencia de género. Me pregunto cuándo cesará esto. ¿Cuándo dejaremos de tratar a las personas según su entrepierna? ¿Cuándo hombres y mujeres seremos iguales? ¿Cuándo se dejará de considerar propiedad a las parejas? Estoy harto de ver estas noticias, y de ver cómo ya deja de ser noticia. Esta lacra no debe quedar en el olvido, por mucha Eurocopa que haya sido para España. Concienciémonos de una vez por todas. Es necesario que la sociedad siga tomando conciencia.

domingo, 29 de junio de 2008

Podemos


Recién terminado el partido de fútbol que enfrentaba a la selección española contra la alemana, escribo este post. Muy lejos de las decepciones habituales que sufría tras cada competición, esta vez puedo alegrarme de la victoria. Atrás quedaron los tiempos de jugadores golfos y crápulas, que no sentían la camiseta. Atrás quedaron los seleccionados que se tomaban los campeonatos como partidos de amiguetes. Hoy han demostrado que sienten los colores. Que son los representantes de un sentir, le pese a quién le pese. Mientras entregan las medallas escribo estas líneas, llenas de alegría. Reconozco que no creía en ellos, que me esperaba una Eurocopa de esas que se definían en los titulares: Jugamos como nunca, perdimos como siempre. Esta vez no. Esta vez se ha jugado como nunca y ha tenido su recompensa. La copa es nuestra. Podemos. Y lo conseguimos. Gracias por este trofeo. Permitidme que esta vez publique una foto mía, con los colores de la selección.