sábado, 28 de marzo de 2009

Seguimos con el mes de la poesía: Corazón frío

Mi corazón no puede latir.
Tan sólo lo intenta.
Mil placas de metal
recubren su superficie,
ahogándolo, aprisionándolo.

Tanto daño recibido.
Tanto sentimiento no sentido.
Cansado de ser maltratado,
Mi pobre corazón se enfrió
mas la pasión no perdió.

Aguarda que el amor
vuelva a fluir por todo su ser.

Corazón frío.
Ganas de sentir.
Mimbre. Piedra. Metal. Óxido.
Eso no debe quedar.
Un corazón frío debe sentir.
Un corazón frío debe amar.
Un corazón frío debe querer.

viernes, 27 de marzo de 2009

Día Mundial del Teatro

Hoy se celebra el Día Mundial del Teatro, y es la primera vez en los últimos cuatro años que no me encuentro representando nada, ya que de la obra que debería interpretar esta temporada, salí por discrepancias con el director y su forma de hacer las cosas y entender las Artes Escénicas y todo lo que compete a las mismas. Me siento extraño, pues acostumbrado a pisar las tablas y a sentir ese hormigueo mientras actúo, no estar preparando nada, ni estudiando el papel es diferente...
Este año celebro el Día Mundial del Teatro rindiénole homenaje a través de este, nuestro rinconcito, pues se merece ese homenaje como es debido, no olvidando la importancia que tiene. Desde las tragedias más desgarradoras hasta las comedias más divertidas e hilarantes, una vez que sube el telón todo debe estar preparado para el disfrute de ustedes, de vosotros, de vosotras, el Público, que abarrota los patios de butacas, palcos,para ver representar la vida, un sueño, un frenesí... Porque como dijo Calderón: Que la vida es sueño, y los sueños sueños son.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Cuotas de pantalla, doblajes y odios

Si hay algo que todavía no termino de entender es la utilización del lenguaje como arma arrojadiza y semillas de odio. Hace años que voy viendo las diferentes polémicas con las traducciones y doblajes de películas bien al castellano, bien al catalán o a cualquier otro idioma. Cuando en España gobernaba un señor bajito y con bigote, existía una censura clara, que nada tiene que ver con la sutil actual a la cual llaman lo políticamente correcto o eufemismo, y eso obligaba a doblar las películas desde principios de los años 30, ya que antes cada película se grababa tantas veces como países se distribuiría. Con estos doblajes, excelentes todos, se perdía la frescura y se trataba de imponer la idea del dictador, y el idioma castellano, si bien hoy se dobla por una gran tradición de generaciones de actores de doblaje. Hoy las tornas se vuelven, cuando se trata de imponer una cuota mínima de pantalla, obligando e imponiendo las diferentes lenguas cooficiales de España, lo cual hace que el idioma sirva para distanciarnos, en vez de unirnos. Llevo muchos años aprendiendo idiomas, y lo que más me enriquece es la apertura de mente que dicha enseñanza me aporta, la cual sirve para enriquecerme personalmente. Y por eso me da pena este empobrecimiento de la cultura, por culpa de odios generados porque nadie se asemeja a quién tiene al lado.

Íntimas extimidades

Al margen de cualquier polémica sobre si alguien debe vender su vida en los platós de televisión, hoy quiero hablar de alguien, Jade, una persona fallecida ayer, víctima de un cáncer, a la edad de 27 años, que sacrificó su privacidad por sacar a sus hijos de la miseria, dejándoles una herencia de varios millones de euros. No voy a entrar en si es lícito o no esto, pues hoy no quiero hablar de la venta o alquiler de las intimidades de nadie, ya sea en platós, televisiones o en otros lugares. Quiero hablar de esa mujer que, huyendo de un pasado de miseria, decidió que no quiso que sus hijos viviesen lo qué élla padeció. Por eso no voy a hablar de la concursante del Gran Hermano inglés, ni del personaje que se creó a su alrededor, ya que hoy voy a hablar de una joven de 27 años fallecida por culpa de un puto cáncer, que deja huérfanos a dos niños de corta edad, cuando más necesitaban el apoyo y el cariño de una madre. Hoy quiero meditar sobre esa madre, que sacrificó sus últimos momentos, aprovechándose del mórbido interés de la gente por verla apagarse, lejos de una muerte en la intimidad, alrededor de los suyos. Me parece grande asegurar el porvenir de su descendencia, independientemente de cómo se hace, compartiendo o no los métodos, pues aquí podríamos decir que el fin sí justifica los medios, pero como he dicho anteriormente, hoy no debemos juzgar si se vende o alquila la vida en televisión. Hoy debemos pensar qué haríamos para asegurar la estabilidad económica de nuestros vástagos, y si tomaríamos la decisión acertada.

lunes, 23 de marzo de 2009

Racimos de inhumanidad

Ayer me dejaba frío un relato de Cuarto Milenio. No era por el miedo, ni el misterio de la historia narrada. Se trataba de una mirada, la triste mirada de alguien que, falto de afecto, sufrió el peor de los desprecios. En uno de los momentos tras la emisión del reportaje, Iker tuvo una expresión: racimos de inhumanidad, que me hizo reflexionar, una vez más, sobre la miseria humana, esa que tan presente está a nuestro alrededor, y que nos hace sacar lo peor de la condición humana. Si bien me dejó marcada la tristeza de una mirada, pude comprobar que no es difícil observar esa deshumanización actual, marcada por las apariencias de cara a la galería de personajes con cerebros enfermos y fachadas muy sanas, donde nadie quiere soportar a las personas auténticas, como decía Pedrote, un personaje de mi pueblo, Los Palacios y Villafranca. No sé a dónde nos lleva el reinado de la hipocresía y el egoísmo de aquellos que exigen empatía y no saben, ni quiere devolverla. Tan sólo sé que no voy a contaminarme, y que no quiero hacerlo, pues pese a que vivo dentro de un cesto de uvas podridas, su influencia no hará mella en mí. No me considero buena persona, ya que pienso que es algo muy difícil, pero eso no quiere decir que no luche por serlo. Sobran esos racimos, esas uvas podridas que lo contaminan todo.

Un puente hacia Terabithia


Ayer descubría en Antena 3 Un puente hacia Terabithia, una bella película de esas que se quedan marcadas en la memoria y en el alma, de las que hacía mucho que no disfrutaba por su ternura e imaginación.
Se trata de una historia que habla sobre la amistad y la imaginación, esos valores que tan mancillados están, a la vez que prohibidos. Su dulzura me recuerda a otra película que habla de la infancia, La lengua de las mariposas, aunque sus argumentos nada tengan que ver. No hay duda de que se trata de una bella adaptación. Mi pregunta: ¿Será fiel al libro? Ya os lo diré cuando lo termine.