miércoles, 23 de julio de 2008

Cerrado por vacaciones

Bueno, me marcho unos díitas a la playa, a descansar y reponer fuerzas, así que cierro los post hasta el domingo por la noche. Portáos bien, y no hagáis nada que yo no hiciese.
Besos y abrazos.

lunes, 21 de julio de 2008

La guasa tiene guasa


Decía un gran amigo mío que el humor es una cosa muy seria, y por eso es tan difícil. El año pasado, por estas fechas, la revista El Jueves era secuestrada por el juez Juan del Olmo, en una maniobra, bajo mi punto de vista, por distraer la atención sobre asuntos más importantes. Hacer reír no es nada fácil, y es imposible hacer humor sin levantar o crear alusiones de quién se sienta ofendido. No olvidemos la polémica con la caricatura de Mahoma y las muertes que ocasionó. Esta vez, los periodistas del semanario norteamericano New Yorker han caricaturizado a Barak Obama como Bin Laden, y a su esposa como una terrorista con los pelos a lo afro. Todo un golpe de efecto, sin duda, que ha levantado ampollas entre la sociedad estadounidense, tan censurada y educada en lo políticamente correcto. Puede que no sea una de las mejores ilustraciones del New Yorker, pero me parece una excelente idea, ya que su autor o autores no se han autocensurado, como sucede en infinidad de ocasiones, por culpa de las sensibilidades heridas, que tanto daño hacen a la libertad de expresión, ya que pueden denunciar si no están de acuerdo con aquello que se muestra. Entre tanta defensa de lo políticamente correcto y tanto miedo a herir cuando hay manifestaciones artísticas, corremos el riesgo de convertirnos en seres sin ideas, tal y como desean los poderosos y algunos políticos. Es necesaria la irreverencia, la acidez y la guasa, y debemos luchar por un mundo libre de ideas impuestas y monopensantes.

domingo, 20 de julio de 2008

La felicidad

Ayer hice feliz a una persona con tan sólo un pequeño detalle. Hace unas semanas, coincidía en el autobús con dos amigas y el novio de una de ellas, a quien considero también amigo. Cada cual iba a un asunto diferente, pero compartíamos trayecto, cargado de risas, momentos y relajación. En ese viaje se perdieron unos dibujos que el conductor encontró y me devolvió, pese a que no eran míos, ya que se trataba de la obra de una de las chicas que compartió aquel divertido trayecto. Desde el momento que recibí aquellos trabajos viajaron conmigo en mi bolso, y allí se mantuvieron hasta ayer, que coincidí con su propietaria y autora. Imposible me resulta describir esa expresión de felicidad en su cara, y la energía que transmitía al reencontrarse con aquellos bocetos que tanto apreciaba. Eso me hizo meditar sobre la facilidad de ser feliz y hacer que el resto lo sea. Con las cosas más sencillas e insignificantes se logran las más altas cuotas de buenos sentimientos y buenas acciones. Sin embargo, todavía me pregunto por qué resulta tan difícil conseguir esto, o hacer daño de forma voluntaria, cuando estas acciones no dejan un buen sabor de boca ni son justificadas de ninguna forma posible.

Piratería Espacial

Hace poco que decidí establecerme por mi cuenta y hacer un viaje por la Galaxia, en busca de aventuras, a la vez que ofrezco mis servicios como mensajero, pues no es nada fácil moverse por el espacio exterior sin créditos y moneda interplanetaria. Mientras descansaba de la ruta, observé a unos hombres, de aspecto demacrado e implantes biónicos y cibernéticos. Con unos modales muy poco sofisticados reían a la vez que tomaban cerveza. Parecían compañeros de viaje o trabajo, por su complicidad. Alguien se acercó a este grupo, y todos obedecieron ciegamente sus órdenes, por lo que deduje que sería su jefe. De un trago bebí mi cerveza y me dirigí a presentarme a aquel individuo de largos cabellos, para solicitarle un empleo en su nave espacial.
-Eres bastante para ser grumete-me respondió.
-Quiero aprender de ustedes, y pienso que es el mejor empezar por abajo.
Así entré a formar parte de la Furia de los Quásares, la más famosa y temida astronave pirata de los últimos milenios, al mando del temido y legendario Pirata Ojo de Sangre, según contaban las Crónicas Espaciales de todos los planetas de la Confederación Unida de Galaxias y Lunas.