sábado, 28 de junio de 2008

Yo, el Inquisidor

Acabo de firmar mi séptima condena a muerte en la hoguera, y el día no ha hecho más que comenzar.
Con estas ejecuciones concluye el auto de fe que me condujo a la villa de los Palacios en el año 1503 de Nuestro Señor, por orden de nuestro monarca Fernando VI, quién me envió para exterminar una de las más peligrosas sectas herejes que se han encontrado en el Reino. Es sólo cuestión de horas que sean relajados por el brazo secular de la Inquisición . Todo los preparativos están listos, y los reos aguardan su destino, atados a las piras, en un silencio tenso que nadie osa romper, ni siquiera con murmullos. Todos los preparativos están listos, y los condenados aguardan su destino, ya que se han negado a abrazar a Nuestro Redentor, manteniéndose en su pensamiento y fe heréticos. Sentado en mi sillón aguardo, en ese silencio que no deseo interrumpir, observando de vez en cuando, los documentos de ese auto de fe, donde se condena a siete personas, que serán ajusticiadas para que su alma pueda ser perdonada por Jesucristo, nuestro señor. Les miro a los ojos, sin encontrar el más mínimo atisbo de miedo. Su expresión es serena, tranquila, mientras los verdugos empiezan a prender, una a una, las siete piras. No hay lágrimas. No hay sufrimientos. Al menos no lo reflejan. Tan solo un grito, al unísono, que une siete voces para dejar una palabra que me haría reflexionar:
Desposyni!

viernes, 27 de junio de 2008

A veces se agradece la distracción

Como bien sabéis, detesto que se usen los medios de comunicación para distraer la atención de lo verdaderamente importante. Ya conocéis lo contrario que soy al pan y circo. Sin embargo, en esta ocasión, quiero agradecer un poco de distracción entre tanta crisis, según el Gobierno recesión económica, retrocesos sociales de extrema derecha con las nuevas recomendaciones de la Unión Europea. La verdad es que con un futuro tan oscuro, el quitarnos de todo esto es digno de agradecer.Lo único verdaderamente lamentable es que todo el mundo está atento a la Eurocopa, y que, tras este paréntesis futbolero, las cosas seguirán exactamente igual, soportando los abusos de la clase política, ebrios de poder y engañados por las estadísticas, que reflejan la mentira de la calle. Es triste que actúen así, que las cosas no cambien, y que no den facilidades para que así sea, sucediendo todo lo contrario. Las objeciones y los aislamientos por romper con lo establecido son censurados, prohibidos y manipulados para que la sociedad lo entienda como algo maligno. Por eso se empeñan en mantener las cosas como están, por muy reformistas y progresistas que digan ser. A veces es bueno distraerse, pues es necesario desconectar, pero nunca es bueno evadir la realidad con distracciones baladíes y superfluas.

jueves, 26 de junio de 2008

Suicidio

Cuando alguien se quita la vida, surge la pregunta de los motivos que lleva a hacer semejante acto de autodestrucción, tan extremo y absoluto. Son muchos los motivos que pueden arrojar a aquella persona a quitarse la vida, pero el esencial es la falta de autoestima, y odio hacia sí mismo o misma, algo ocasionado por ese interés social en que no debemos valorarnos, en ser modestos y humildes, cuando ambos conceptos nada tienen que ver. La modestia es el mayor enemigo de la autoestima, pues hace que no sepamos aceptar nuestras cualidades y sí ver todos y cada uno de nuestros defectos. ¿Por qué se acusa de pedantería y arrogancia a quiénes saben valorarse? ¿Tan malo es conocer la propia valía? Creo que no, es más, debería ser algo imprescindible para el éxito personal interior. Otra cosa es la falta de humildad, es decir, demostrar a la galería lo qué se vale, cuando no hay seguridad en lo más profundo del alma. Eso es arrogancia y falta de confianza. Quién sabe, no necesita demostraciones. Es por eso por lo que la gente es capaz de autodestruirse, por un extremo sentimiento de inferioridad y un odio visceral a todo lo qué es capaz de realizar, pensar o sentir. Deberíamos reflexionar y valorar a la vez que infundimos valor a las personas inseguras. Estoy seguro que esta actuación salvaría muchas vidas. Y por favor, dejemos la modestia a un lado que es muy destructiva.

¡Alto a la Guardia Civil!

Que en el mundo se ven cosas raras es una verdad tan absoluta como los conceptos de vida o muerte, de los que hablaba hace unos días. Hablemos de New York, la ciudad cosmopolita por excelencia, con sus avenidas, sus rascacielos, sus taxis amarillos... Y cómo no, con sus ladrones, que huyen como alma que lleva el diablo, desafiando a la Policía y a quiénes osen detenerlos, siempre y cuando no se encuentren con dos agentes de la Benemérita, que se encontraban de vacaciones. Puede que esto parezca una fantasía, pero no es así. Al grito de ¡Alto a la Guardia Civil!, unos hermanos que se encontraban en la Gran Manzana detuvieron a un caco, que había robado un bolso, reteniéndolo hasta que llegó la autoridad neoyorquina, a la que explicaron su oficio con ese inglés que se aprende de forma autodidacta. Seguro estoy que a más de un español allí presente ese grito tan nacional le despertaría el sentimiento patriótico y de camino un nudo en el estómago que desembocaría en una lágrima que se fuga. Y es que, como se suele decir en estos casos, Spain is different.

martes, 24 de junio de 2008

Yo acuso


Acuso a la serie Padre de Familia de ser intolerante, homófoba y apologista de la violencia de género, así como la pederastia. En sus episodios para adultos no hacen más que usar estos valores para reírse de problemas tan serios como las miles de mujeres que mueren asesinadas por sus parejas o ex parejas al cabo del año. Me parece de una falta de sensibilidad increíble que esos guiones estén cargados de apologías de delitos, y que se rían de las víctimas impunemente. Existe otra serie, South Park, irreverente y ofensiva por sus diálogos cargados de lenguaje malsonante, pero no recuerdo haber visto que se usen a víctimas de abuso como blancos de burlas. Es por este momento por el que acuso a Padre de Familia de fomentar el odio, la intolerancia y el machismo más retrógrado. No hablo de corrección política. Hablo de sentido común. Con series como ésta, no es de extrañar que la mujer siga siendo sometida por el poder del falo, y los pedófilos sigan en libertad por culpa de los jueces, que no ven que sea tan grave que se abuse de los niños. Esto tiene que cambiar. Boicoteemos a Peter Griffin y su familia por sus apologías intolerantes y machistas.

lunes, 23 de junio de 2008

La democracia amenazada

Durante los días que ha durado la huelga de transportistas he visto las reacciones más diversas y distintas. Aparte de los apoyos o rechazos, hubo algo que me llamó la atención cuando la Policía Nacional cargó contra los manifestantes. No fueron pocas las críticas que escuché las órdenes del Gobierno. Era imposible comprender esta actitud, que parecía propia de regímenes totalitarios y dictatoriales, como el que sufrió España durante 40 años, y que muchísima gente pide a gritos que vuelva. Esto me da miedo y me invita a reflexionar, puesto que en una democracia que tanto ha costado lograr y tan consolidada, independientemente de lo que haga la clase gobernante, pedir su abolición para un retorno a la falta de libertad es muy peligroso. Alabar la labor de alguien que roba las libertades individuales y que manda asesinar a sus opositores hace que me plantee en qué está fallando la Democracia, y en qué está fallando la gente. Me pregunto por qué la ciudadanía desconfía y no acude a votar, pese a que ha sido un derecho conquistado a costa de la vida de muchas personas. Me da miedo que se empiece dejando de asistir a votar, y después apoyando a los líderes que no creen ni desean contribuir al pensamiento democrático, como nos demuestran en Europa al querer robar la vida de los ciudadanos y ciudadanas con esas jornadas laborales dignas de un mundo esclavista.

domingo, 22 de junio de 2008

¿Dónde está la poesía?

A veces suelo escribir, pintar o diseñar mientras escucho música, pues me permite compaginar varias de mis pasiones. Poco importa lo qué elija, puesto que mi gusto musical es amplio y variado, así que no es raro ni extraño encontrarme disfrutando de cualquier pieza clásica de Mozart o Bach, y a los pocos momentos hacer lo propio con cualquier otro estilo. Con esto de la Televisión Digital Terrestre, tengo un par de emisoras de música, que escucho de muy tarde en tarde, ya que lo que me ofrecen carece, desde mi punto de vista, de la poesía necesaria para que se puede llamar canción. Letras facilonas, directas y con rimas infantiles, ausentes de sensibilidad que demuestran un producto de rápida composición y falta de gusto por lo qué se hace. Se habla mucho del top manta, de la piratería y de los cánones que nos roban la presunción de inocencia, pero nadie habla de esta crisis de ideas y del daño que hace a la Música, esa gran olvidada en un mercado que sólo importa si las ventas son millonarias, y aquellos o aquellas que la interpretan tienen una buena imagen, amén de las operaciones triunfo y demás refritos. Se quejan de la caída de ventas de discos, pero nadie se para a pensar en la calidad de los contenidos ofrecidos. ¿Por qué?