jueves, 24 de noviembre de 2011

Obituario: Freddie Mercury


Tal día como hoy hace veinte años nos abandonaba de forma prematura, una de las mejores voces que jamás haya sonado: Freddie Mercury, vocalista del grupo Queen, un artista sin igual, un genio adelantado a su época. Tenía tan sólo cuarenta y cinco años cuando el SIDA acabó con su vida, dejando un legado tan importante como fructífero. Inigualable en sus canciones y conciertos, nadie ha conseguido llegarle a la altura de la suela del zapato, pues se trataba de un músico de una calidad indiscutible. A pesar de los años transcurridos desde que falleció, sus canciones siguen estando de moda, aún son conocidas por el gran público y coreadas y tarareadas cuando suenan por la radio o la televisión, lo que hace grande su legado.
A mis manos llegó una cinta de cassette regalada por un amigo meses antes de que Mercury partiese en ese último viaje, con una selección de sus mejores temas, convirtiéndome en seguidor, fan su quieres llamarlo así. ¿Qué más da la etiqueta? Supe en ese momento qué era la Música, y tras ello compré el disco que grabó con Montserrat Caballé, Barcelona, realizado para unos Juegos Olímpicos que nunca llegó a ver, y cuya tema central supera con creces al Amics per Sempre que se usó de himno. Hoy hace dos décadas que su voz se apagó para siempre, hoy pasan veinte años del nacimiento de una Leyenda: Freddie Mercury.

La proximidad del Gran Hermano

Poco iba a imaginar George Orwell que su novela 1984 serviría de inspiración para la gente sin escrúpulos ni ética y no para despertar a las masas en contra de la opresión. Una vez convencidos de que la instalación de cámaras de seguridad por todos lados sirve para protegernos, la empresa Microsoft ha desarrollado una videojuego para que envíe informaciones sobre el tiempo que se va al baño, si la ropa que se lleva es adecuada o si se pone mala cara tras atender la llamada de un cliente, alegando que así se rendirá más en el puesto de trabajo. Es decir, una intromisión en toda regla en la intimidad y la libertad personal de los trabajadores. La referencia más cercana que tengo es un episodio de Los Simpson, donde Bart soñaba que era un monstruo tirano que obligaba a un constante estado de felicidad, o de lo contrario sufrirían sus víctimas calamidades. No quiero pensar el nivel de stress que puedan tener los trabajadores de la empresa que decida comprar el cacharrito de marras, pues no se podrá bajar la guardia en ningún instante ante el temor de que una mala cara que sólo ha visto una cámara pueda costar el puesto de trabajo. Espero y deseo que esto sólo sea una prueba, ya que de no ser así, podremos y deberemos celebrar el más triste funeral en memoria de la Libertad Personal.

martes, 22 de noviembre de 2011

Obsolescencia programada

El negocio de los aparatos eléctricos, electrónicos o de la índole que sea está en su limitado período de vida útil. No ha sido una única vez en la que hemos desechado un teléfono móvil que ha dejado de funcionar al año de haber sudo comprado, o tenido que cambiar una bombilla porque se ha fundido, por ilustrar con dos ejemplos. Todos y cada uno de los cacharros que tenemos en casa dejan de servirnos más tarde o más temprano, como su se tratase de aquellos objetos de la serie Misión Imposible, que se autodestruían al cabo de unos segundos. El hecho de este fenómeno que lleva sucediendo desde siempre, me hace ver que nos obligan a consumir, ya que aquello que usamos no servirá para una siguiente generación. Es curioso que estas cosas se rompan cuando termina la garantía del fabricante, y que nos desaconsejen su reparación o arreglo. ¿Casualidad? Yo creo que no. Simple y llanamente leyes del mercado y de la sociedad capitalista que hace que caigamos en sus tentáculos, convenciéndonos de manera más sutil o no que debemos tener el mejor móvil, el ordenador más rápido o la televisión de última generación, sin advertir o especificar de la existencia de una fecha de caducidad de los mismos, pues no hay leyes que contemplen la obligatoriedad de incluir la misma.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Análisis post-electoral

Una vez celebradas las elecciones que tanto se han hecho de rogar por culpa del patetismo del peor Presidente del Gobierno que ha tenido España en su Historia, toca hacer un profundo análisis sobre los resultados obtenidos en las urnas, los cuales han sido bastante previsibles. La pésima gestión del Ejecutivo de José Luís Rodríguez Zapatero y su falta de criterio ante las cosas importantes ha logrado que el PSOE se descalabre y se convierta en un partido humillado, descabezado, cuyos líderes echan balones fuera antes que reconocer que no sólo la han cagado a base de bien, sino que no han sabido hacer nada a derechas, pues de lo contrario, no hubiesen dejado a España con una tasa de desempleo cercana al 25%, lo que se traduce en más de cinco millones de personas en paro, y una imagen exterior de nuestro país tocada, deteriorada y humillada. Que el Partido Popular iba a arrasar era más que evidente, pues la gente deseaba un cambio, que se verá con el paso del tiempo si es a mejor o peor. No podemos ni debemos tener prejuicios ante un Gobierno que todavía no se ha estrenado, y que tiene muchas ganas de trabajar por el interés común. Pero para mí, también ha habido grandes vencedores como Izquierda Unida y Unión Progreso y Democracia, que obtienen grupo propio y se presentan como un partido a tener en cuenta. Muy contento y satisfecho con los resultados cosechados, me alegro con todo mi ser que la falta de rigor en la forma de gobernar haya sido castigada en las urnas, pues de no haber sido así, España se hubiese ido irremediablemente a la mierda, pues Zapatero sólo ha sabido ser patético y ridículo, exento de gallardía, decencia y vergüenza.