viernes, 5 de febrero de 2010

Sentimientos

Quiero aparcar esta noche la pregunta que quería hacerle a esos sindicatos vendidos al poder para poder hablar de los sentimientos y de la forma de ofrecerlos, regalarlos u ocultarlos. Sentir es algo muy fácil, ya que viene implícito en nuestro ser, pues desde el nacimiento empezamos a sentir de mil formas diferentes, pero intensamente. Amamos con la intensidad más pasional, lloramos exactamente igual, sin dejar reservas como años más tarde sucederá al aprender a odiar, a no querer o a ignorar, cuando la hipocresía y la mentira se instalan en nuestro corazón, cosa que no debería ser así, pero, como dirían en Terminator 2, está en nuestra naturaleza. En este momento de mi vida, me gustaría hacer una confesión, pues quiero seguir desterrando todo aquello que no sea amor, cariño, respeto o sentimientos insanos, con mala fe o de la misma manera. Atrás quiero dejar los odios, dejar paso al amor en todos sus aspectos, pues es un concepto tan grande que a veces es difícil comprenderlo, entenderlo o aceptarlo. El ser humano debe estar preparado para ser fuerte, y sobre todo a saberse débil, ya que eso refuerza la fortaleza. No se puede ofrecer la nobleza de los sentires sin conocer sus miserias. No podemos hablar de triunfo cuando no se conoce el fracaso. Somos capaces de alcanzar las cumbres más altas. ¿Por qué da miedo demostrar los abismos más profundos? ¿Acaso pensamos que el resto no los tiene?

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