jueves, 13 de octubre de 2011

María y yo


Tuve ayer la gran suerte de ver la película documental María y yo, de Félix Fernández y Miguel Gallardo, basada en el cómic homónimo de este último, donde cuenta la historia de su hija María, autista. Pegado a la pantalla, no pude apartarme ni un solo instante, atrapado por el mundo interior de María, y su forma de entender la vida y el mundo. Con una sonrisa de ternura, estaba atento a cada momento, cada instante. Para mí es una película de esas que mi madre solía definir como bonitas. Personal e íntima, esta cinta se convierte en una obra de obligada visión por su entrañable ternura y su sensibilidad a la hora de narrar la historia. María, su protagonista, me conquistó y llegó a lo más profundo de mi alma, dejando indeleble sus gritos que resuenan por mi cabeza, su sonrisa y su forma de contar la arena. Hacía muchísimos años que no veía una cinta de la calidad de María y yo, la cual sólo puede ser calificada como obra maestra. Ahora ya sólo me queda sumergirme en las páginas del cómic, como el Batiscafo Katiuska, del cual sólo tengo referencias externas y anhelo por tener entre mis manos, leyendo, hojeando, ojeando, disfrutando, puesto que la historia que nos narra es una excelente historia de amor. No quiero cerrar la crítica sin un agradecimiento a Miguel Gallardo por hacernos partícipes de un momento tan íntimo y personal.

martes, 11 de octubre de 2011

Un par de días de órdagos, pitos y cerdos

La semana pasada, tras muchísimos años de espera, comencé a conocer el apasionante mundo que del Mus, un juego con cartas, que no de cartas. De la mano de uno de mis lectores y por supuesto amigo de años, Rafa, di mis primeros envites, lancé órdagos y traté a los reyes como cerdos, entre risas, bromas, mentiras y verdades obligadas cuando se ponen las cartas sobre la mesa. Resulta interesante la mecánica de este juego español tan desconocido para el público en general, pero no por ello aburrido y monótono. Su lenguaje especial para las cartas, la forma de desarrollar las partidas y todo lo que lo rodea me resultan tan interesantes que no puedo ni debo dejar de recomendar que se conozca. Extraño en cuanto a verdades y mentiras, de boca se puede decir o que venga en gana, aunque en otros momentos es obligado hablar con sinceridad. A pesar de tener cartas en la mesa, en las partidas dejan de ser importantes, ya que hay que estar atentos a rivales y compañeros, para poder comunicar nuestra estrategia sin que sea descubierta. A pesar de todo, poco puedo escribir más sobre este apasionante juego, al cual espero dedicarle más líneas cuando el tiempo y la experiencia me permitan hacerlo.

lunes, 10 de octubre de 2011

'Catalanzuelos de los cojones'

En mis tiempos de educación primaria, aprendí que el sufijo -uelo se usaba en tono despectivo, motivo por el cual titulo el artículo de hoy así. Una vez más vuelvo a hacerme eco de las palabras que un político catalán y catalanista en contra de mi tierra, Andalucía, esa que ha emigrado a donde sea para buscarse las papas, y que a base de trabajo, cornadas y sueldos mal pagados contribuye a hacer grande al sitio que la acoge. Estos Puigcercós, Mases y Duranesilleidas entre otros, es decir, catalanzuelos de los cojones, se deberían meter de una vez por todas la lengua en el culo y respetar o callarse, porque ya está bien de usarnos como blanco de sus iras para demostrar lo bien que funciona su Cataluña, que les guste o no, no es un país, sino una comunidad autónoma. Poco importan ya las palabras o si se refiere a los subsidios del Plan de Empleo Rural(el famoso PER), pues de manera sistemática se está atacando a Andalucía y Extremadura y por tanto a sus ciudadanos, esas que emigraron durante décadas y contribuyó a levantar el sitio que les acogió, con mayor o menor fortuna, a base de trabajo, trabajo y más trabajo, por una mierda de sueldo. A mí no me sirven los nervios ni las palabras fuera de contexto, puesto que la intención es clara. Ofender a andaluces y extremeños. Punto. Y a todo esto, ¿dónde está el Partido Andalucista? ¿Alguien es capaz de decirme qué ha hecho el Andalucismo ante esta cantidad de discursos xenófobos? Callarse como putas y ocultar la cabeza cual avestruces, cuando deberían luchar por esos ideales que dicen tener. Estoy harto de esta bazofia que dicen ser políticos, de los catalanistas radicales que no defienden aquella parte de España y sí insultan al resto, de los señoritos andaluces que en nombre de Blas Infante fundaron un partido para que sirva a sus intereses. ¡Por favor! Andalucía se merece un respeto, y no ser el objeto de burlas de aquellos que se creen que estamos todo el día de fiesta y jarana.