miércoles, 9 de junio de 2010

Estereotipo y prejuicio

No es la primera vez que me pregunto si la información es sensacionalismo, o si sucede al revés. En esta ocasión, me gustaría hablar sobre el revuelo formado tras el asesinato de una niña en Seseña. Ciertos medios empiezan a difundir el perfil que su presunta asesina tenía en cierta red social, dando importancia a las imágenes de carácter oscuro, gótico y tenebroso que tenía colgadas, sembrando así la semilla del prejuicio y regándola con el agua y los nutrientes de la ignorancia sensacionalista y morbosa, para así comenzar una caza de brujas al diferente, a quien carece o no quiere otro tipo de imágenes más normales, como sucedió, años ha, con la persecución mediática y social de roleros y frikis sufrimos, sin tregua, y que aún sigue latente cuando preguntan si no es peligrosa o da miedo nuestra afición.
Tratar de justificar un crimen por las aficiones, valga la redundancia, aparte de ser ruin y rastrero, está más cerca de la opinión del redactor que la noticia, y es algo que resta credibilidad a la empresa que permite su divulgación o publicación, ya que éste demuestra que no tiene más interés que conseguir audiencia a través del morbo que en informar. Si se demuestra que la autora confesa es culpable, será sólo ella la responsable de dicho crimen. Sólo ella, y no su gusto u obsesión por la ilustración oscura y gótica, porque no a todo el mundo le gusta verle la cara al hombre lobo imberbe de la saga Crepúsculo o al Triunfito de turno.

Cicatrices

Hace unos días he vuelto a montar y pintar miniaturas de forma habitual, lo que implica que vuelva a tener herramientas punzantes y cortantes entre mis manos, con todos los peligros que todo ello conlleva. Estas cicatrices, heridas de guerra, como las llamamos varios amigos y compañeros de hobby son mostradas con orgullo, mientras se relata cómo, cuándo y por qué se produjeron. Ver mutilado mi dedo pulgar izquierdo supone saber que otra vez vuelvo a vivir el modelismo, a sentir como mías las miniaturas, de infantería o vehículos, algo que también me trae recuerdos personales que, desgraciadamente, no se repetirán. Al volver a tener esta herida, he perdido el miedo que tenía a montar las piezas, ocasionado por las palabras de una persona sin sensibilidad ni vergüenza, que puso en entredicho mi percepción de la realidad por el hecho de tener las aficiones que tengo, tal como dije el Día del Orgullo Friki. Ahora vuelvo a montar mis Ángeles Sangrientos y mis otros ejércitos, los cuales debo fotografiar para compartirlos con el resto, pues me siento orgulloso de hacer lo qué hago, y divertirme mientras aprendo a mejorar, sobre todo cuando preparo mis proyectos del Concurso de Pintura de la Workshop o cualquier otro menester.

martes, 8 de junio de 2010

Nikodemo cierra


Con un gran pesar recibo la noticia del cierre de la empresa Nikodemo, creadora de Cálico Electrónico. Apenas me salen las palabras, pues recuerdo el momento en el que mi querida amiga Pili entró en la oficina de Delegación de Alumnos del Instituto de Idiomas, y argumentando que me iba a reír, tecleó aquella dirección. ¡Y vaya si lo hice! Nuestras carcajadas resonaban por los pasillos, en un incomprensible misterio que nos vimos obligados a desvelar. Ahí me hice fan del personaje, de la serie, que disfruté en sus tres temporadas, y apoyé cuando aquel asunto feo que nunca debió pasar. Recuerdo con mucho cariño el dibujo que Niko me hizo en las Jornadas del Cómic de Sevilla, que todavía conservo, y lo bien que me ha tratado las veces que hemos podido hablar. Ahora, el dinero vil metal, se antoja enemigo de nuestro superhéroe aspañol y nos devuelve a la puta realidad, la de hipotecas, crisis, incompetentes y plumas verdes, privándonos de otra empresa española más de animación. Como si sobrasen... Me duele en el alma esta despedida, este enemigo imbatible llamado crisis, que ataca a débiles y currantes y no a peces gordos y ricachones ostentosos. Pese a que la aventura llega a su fin, Cálico Electrónico siempre tendrá un lugar en mi corazón, ganado a pulso.