miércoles, 30 de marzo de 2011

Debates sobre el ebook

Mientras transcurren los meses y voy sumergiéndome en el manejo y conocimiento del ebook y su soporte, el ereader o cacharro, como le solemos decir, me vuelvo más defensor del mismo. Eso no significa que desprecie el libro tradicional, pues sigo prefiriendo el papel, mas esta novedosa tecnología se presenta como una revolución similar a la imprenta de Guttenberg. Hace unos días, mientras tomaba café antes de ponerme a redactar mi novela, hablábamos sobre el tema, estando todos de acuerdo con la preferencia del papel, aunque había detractores y partidarios del método electrónico. Ya he hablado en un par de ocasiones sobre el tema, y de momento, los únicos inconvenientes que veo es la ausencia de firma sobre los ejemplares cuando un autor hace la presentación de su libro, y la falta de romanticismo a la hora de regalar un archivo que contenga el mismo. Aún así, vuelvo a manifestarme como gran seguidor de este nuevo formato, pues creo que tiene unas aplicaciones muy interesantes, y su capacidad de almacenamiento es una ventaja para esta sociedad donde la falta de espacio físico es un problema real. Ahora deseo encontrar un aparato para poder disfrutar de mis cómics, puesto que las tablets me cansan la vista.

martes, 29 de marzo de 2011

Sueños que se van haciendo realidad


Desde que comencé a coleccionar cómics, que no a leerlos, siempre he tenido una ilusión pendiente, que se vería aumentada cuando un compañero de instituto, y después posterior amigo, me regalaba los tebeos de importación. Con meses de antelación conocía los argumentos que Ediciones Zinco o Cómics Fórum publicarían en España. Siempre soñaba con ser suscriptor de aquellas publicaciones, llegar mes a mes a mirar el buzón y encontrarme las aventuras de Batman, Spiderman o Superman, por ilustrar con tres ejemplos, sin necesidad de moverme de casa. No sé los años que hace que soy coleccionista y me considero como tal, ni los cómics que tengo, pues es toda una vida recopilando, disfrutando y sobre todo leyendo y aprendiendo, y hasta hace un par de meses, no me aboné a Detective Cómics, una elección nada aleatoria y sí con mucho significado, pues en su número 27 se publicaron las primeras aventuras de mi héroe favorito: Batman. Ver, al cabo de varias décadas llegar un sobre blanco de DC Comics se ha transformado en un hecho real, un sueño cumplido que se ha hecho de rogar toda una vida. Hoy peino canas, me veo más maduro que aquel adolescente que se sumergía en las páginas de la Legión de Superhéroes de Paul Levitz en inglés, gracias a un gran amigo en todos los sentidos.