sábado, 8 de noviembre de 2008

Saliendo del campo de batalla

U
na batalla más en nombre del Emperador. Perdidos en un planeta del cual apenas recordamos el nombre, regresamos por aire al campamento base, los que hemos podido sobrevivir a tan cruenta masacre. Atrás quedaron amigos, hermanos y yo me planteo qué hago aquí. Sentado en dos sillones veo los ojos de mis compañeros de compañía, ausentes, en un silencio cuya ruptura podría ser tratada de herejía más grande si cabe que la de Horus. Bañado en sudor y sangre me digo que no quiero más guerras, que estoy cansado de esta guerra eterna que asola la galaxia. Apenas me atrevo a confesar esto en mis escritos, puesto que los comisarios ejecutan a quiénes no quieren luchar. Para ellos defender la fe del Emperador es lo único válido. ¿Por qué? ¿Por qué tengo que luchar por un cadáver putrefacto que lleva 10000 años en descomposición? ¿Por qué debo apoyar al Caos si no apoyo la guerra del Imperio? Las preguntas me asaltan una y otra vez, devorándome cruelmente, puesto que no me atrevo a confesarlas, por miedo a ser ejecutado sumariamente. A mí nadie me preguntó si quería combatir, y aquí estoy, a miles de años luz de mi casa, junto a otros soldados que seguro que pensarán como yo. ¿Cuándo cesará esto?

viernes, 7 de noviembre de 2008

Momentos

Son muchos los momentos que la vida nos regala. Pequeños o grandes instantes que se atesoran aunque sólo quede el recuerdo en nuestro corazón o nuestra alma. A mi me encanta aprovechar esos momentos irrepetibles e inolvidables, a la vez que trato de compartirlos con la gente que quiero y me importa. Hoy no quiero hablar de la actualidad, pues es demasiado deshumanizada. Hoy quiero hablar de lo importante, de lo humano, pues lo divino está muy alto y no debajo de nuestros pies, como el mundo que nos rodea. No tengo ganas de plantearme ningún dilema. Hoy me sobran los dilemas o preguntas. Tan sólo quiero aprovechar este instante para reflexionar sobre la importancia de lo importante, valga la redundancia y lo poco que sabemos ver que es así. Deberíamos dejar las trivialidades a un lado, y profundizar más en aquello que tenemos, en un equilibrio que podría venirnos muy bien para completarnos como personas. Un amigo mío me decía tiempo atrás: Carpe Diem! Tempus fugit!. Es decir aprovecha el momento, que se escapa el tiempo. Y es que nadie nos puede asegurar que exista el día siguiente... Pensemos en ello.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Algo más que un cambio de Presidente


Ayer resultaba elegido Barack Hussein Obama como Presidente de la República de Estados Unidos, siendo este el primer inquilino negro de la Casa Banca. Se trata de un cambio importante en la política norteamericana, lejos de las disputas bipartidistas que sólo permiten elegir a uno u otro candidato, lejos de lo que aquí sucede, aunque se empeñen en querer implantar un huracán bipartidista, valga la redundancia, como definió Gaspar Llamazares al anunciar su dimisión. Con la elección del senador Obama, el sueño de la libertad, de la integración, de la tolerancia, ese que tan bien definía Martin Luther King, Jr., aquel 28 de agosto de 1963 está más cerca.
Cuando abrí este blog, tenía muy claro que no quería tocar temas políticos, pues pienso que para eso están los analistas políticos. Sin embargo, en esta ocasión sin que sirva de precedente, hablaré de política, puesto que, como he dicho anteriormente, estas votaciones en Norteamérica son más que la elección de un candidato u otro. Representan un importante paso y avance en la tolerancia, el respeto y la lucha contra el racismo, ese cáncer que sufre la sociedad y que cuesta tanto erradicar. Es el primer paso para que sólo importe la persona, sin que el color de su piel sea un impedimento. Desde estas líneas, le pido, señor Obama, que no nos falle. Confiamos en usted.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Gente rara

A veces las aficiones de las personas pueden llegar a los límites más insospechados, sobrepasando incluso el fanatismo. Leía ayer en una noticia que un japonés está recogiendo firmas para pedir que se legalicen y permitan los matrimonios con seres bidimensionales. A este buen hombre no se le ocurre otra que enamorarse perdidamente de un dibujo animado, y exigir una legislación que permita el matrimonio con una mentira, ya que eso es sólo un dibujo, una creación que nada tiene que ver con la realidad. Lejos de tomarme a guasa este hecho, lo hago con pena, pues demuestra que este pobre diablo tiene una existencia tan vacía que sólo le importa un trozo de imagen pixelada o impresa en papel, y no da la oportunidad de enamorarse de alguien real, que le dé un amor tan profundo que llene toda su existencia. Deja escapar la sensación de besar y ser besado por alguien que le hará transportarse a un mundo soñado e ideal, y será incapaz de sentir el calor de dos cuerpos amándose y entregados a la pasión. Yo me reconozco friki, a veces extraño y con pensamientos, ideas o gustos que nada tienen que ver con esa Gran Masa de la que suelo hablar habitualmente, pero no por ello dejo de sentir, de amar, de querer a gente real, que existe, aunque no nos hayamos visto físicamente aún, y hablemos vía messenger. Pero estoy en un mundo real, con gente real, y los tebeos, libros y demás son sólo eso, papel impreso o películas, que sirven para evadirme o no, pero jamás para sustituir la realidad por ese mundo de fantasía, ideal o no.

martes, 4 de noviembre de 2008

Defensores de lo indefendible

El otro día alguien me dejaba con la boca abierta, y sin opción de responderle porque durante 45 minutos me soltó una verborrea de odios y críticas al mundo que pocas veces he visto. Durante esos 45 minutos, me hablaba de las detenciones de gente que distribuía pornografía infantil por Internet, preguntándose por qué también la Justicia consideraba delito la tenencia, lo cual hizo que se me revolviese el estómago como pocas veces suele hacerlo. Incapaz de responderle porque su opinión era la única válida, tuve que soportar cómo defendía las relaciones con menores, cómo comparaba la tenencia de materiales repulsivos con el consumo de drogas, cómo decía que eso era para distraer la atención de cosas más importantes. Y ahí es donde yo le respondo ahora que puedo. Vamos a ver, don Manuel, no hay nada más grave que abusar de un niño, y soportar a unos cuantos malnacidos que se descargan, distribuyen, comercian o lo qué sea con estas cosas. La infancia de un niño es sagrada, y nadie, absolutamente nadie debe robársela, ya sea explotándolos laboralmente o de cualquier otra manera. No entender que la tenencia de este material es delito es ser cómplices de estos pervertidos que se merecen la peor de las muertes y el peor de los sufrimientos, tanto físico, como psicológico y mental. Hay que luchar contra la pornografía infantil. Es un deber moral y una obligación social, y gente como usted, hace flaco favor a la infancia. Me cuesta creer que un día fue maestro.

lunes, 3 de noviembre de 2008

La muerte de la blogosfera

Anda circulando por ahí que los blogs tienen los día contados, que la blogosfera está herida de muerte o agónica. Dicen que el tiempo de los blogs está llegando a su fin, pero yo no lo creo así. Quizá dejen sus blogs esas fashion victims que se apuntaron a este fenómeno porque todo el mundo tenía el suyo propio, y como esa moda ya pasó, ya no le prestarán atención. Es cierto que hay infinidad de blogs que tardan en ser actualizados, pero este medio es el que ha sustituido a los fanzines de antaño, ya que, salvo excepciones, un blog no deja nada de dinero, y las actualizaciones se suelen hacer de forma aperiódica. Pero esa muerte de la blogosfera responde, siempre desde mi punto de vista, al miedo que existe a la libertad de expresión, por parte de los poderes fácticos. En las bitácoras, cada cual dice lo que estima y cree conveniente, algunas veces con más respeto, otras con menos, pero por regla general es un espacio donde campa la libertad, y también, siendo sinceros y sinceras, el libertinaje. Pienso que cuando la revista Wired decía que la blogosfera estaba muerta, lo hacía influenciada por grupos de presión que consideran la libertad de expresión un peligro que debe ser erradicado. Desde estas líneas, puedo asegurar que a esta bitácora le queda mucho por decir, y que no voy a renunciar a seguir actualizándola día a día...

domingo, 2 de noviembre de 2008

Obituario: Robert Fisher


Ayer conocía la triste noticia del fallecimiento de Robert Fisher, el autor de, entre otras obras, El Caballero de la Armadura Oxidada, un libro que me salvó la vida hace unos años en el sentido más literal de la expresión. Nunca tuve la ocasión de redactar una carta de agradecimiento por aquello, ahora, que ya nos ha abandonado, me arrepiento de ello. Pocas palabras me atrevo a decir sobre este autor, al cual estaré enormemente agradecido por haber escrito y publicado el libro anteriormente nombrado.En aquella época, la autoayuda sonaba a cuento chino y a rollos de new age, y quiénes trataban de profundizar en el tema eran visto como bichos raros. Pero no estamos aquí hoy para hablar de eso. Estamos aquí para rendir un póstumo homenaje a alguien que ayudó a millones de personas en el mundo con su literatura, y eso es lo más importante. Puede gustarnos más o menos, compartir sus opiniones, pero si al menos una persona ha cambiado su vida, gracias a este autor, debemos tenerlo en cuenta. Para mí supuso un aliciente descubrir El Caballero de la Armadura Oxidada y empezar a ganar en autoestima. En vida no pude agradecerle este cambio tan necesario, pero desde estas líneas, quiero mostrar mi más profundo agradecimiento a Robert Fisher por hacerme seguir vivo.