sábado, 11 de abril de 2009

Un fin de semana de camping

Desfachatez. Es la única palabra que encuentro para definir las desafortunadas palabras de Silvio Berlusconi tras el terremoto ocurrido en Italia, cuando decía que las víctimas debían tomarse su estancia en tiendas de campaña como un fin de semana de camping. De todas las declaraciones que los políticos han vertido, éstas me parecen carentes de vergüenza, sensibilidad y ética, sobre todo si vienen de un jefe de gobierno, como es el caso del Primer Ministro italiano. No se puede trivializar así con un hecho de semejante gravedad, pues denota que a este señor sólo le importa el poder. Sabía que era un impresentable, y que podía ser definido de cualquier forma, salvo buena persona, pero esto, esto roza la peor de las definiciones que se me puedan ocurrir, y que por supuesto aquí me niego a reproducir, más que nada por la inenarrabilidad de su descripción. ¿Cómo se puede pensar en frivolizar con la muerte de tantísimas personas tras un terremoto? ¿Cómo puede trivializar con el dolor de supervivientes? ¿Tanto cinismo puede acumular una persona? Estoy seguro de que si a él le hubiese afectado, no se frivolizaría el tema, y exigiría responsabilidades y dimisiones. Pero no ha sido así y debemos soportar esta poca vergüenza y ética.

jueves, 9 de abril de 2009

Creencias, respetos y burlas

El año pasado muchas cofradías de España se quedaron sin salir a causa del tiempo, ya que la lluvia no cesaba, frustrando así las ilusiones de quiénes sienten llevan un año esperando ver culminado el trabajo de un año el día que les toca salir a procesionar. Sin embargo, la lluvia puede aguar ese día, nunca mejor dicho, ya que puede estropear tallas de incalculable valor. Pese a mi forma de pensar, algo herética(si bien entendemos herejía como opción), no puedo dejar de sentir pena por esa persona que siente tal devoción y ver frustradas sus ilusiones, a la vez que no entiendo, ni comparto, las burlas de profanos, ateos y no creyentes que se burlan de ese sentir, y muchísimo menos cuando argumentan que hay cosas más importantes por las qué llorar, poniendo por ejemplo las injusticias o el hambre en el mundo, por mencionar dos ejemplos. Ciertamente que son cosas importantes, es algo que no se puede negar, pero el sentir de un pueblo, sus creencias, sus devociones son igual de importantes, y nadie debe tacharlos de ridículos, ni utilizar el insulto de forma gratuita para definirlos. Se comparan las jerarquías eclesiásticas con la creencia popular, cuando nada tienen que ver, lo cual se ha demostrado en varios pueblos este año con el tema del lacito blanco de marras.

Hay gente pa tó

Me llega anoche la noticia del suicidio de un joven de 24 años, en Estados Unidos, en medio de la proyección de Watchmen. Quitándole peso al asunto, la verdad es que me parece extremadamente radical la decisión de este espectador, puesto que la película no es tan mala. Cierto que dista mucho de la obra maestra que es tebeo, pero de ahí a no entender la vida tras el visionado... Leñes, que hay cosas más bonitas en la vida que una simple película, por muy poco que nos guste. Quiero pensar, y poniéndonos serios, que no era mi intención con este asunto tan delicado, que detrás de ese tiro en la cabeza hay un problema más serio, pero no lo sé. Seguro estoy que ahora le echarán las culpas a la violencia del filme, a las apologías del argumento, como siempre pasa, sin ahondar en los inmensos vacíos que el alma puede tener. Nos venden éxitos rápidos, mundos irreales como algo real, y no quieren que ganemos en autoestima. Desgraciadamente, no me extraña que la gente se vuelva loca y viva en un sentimiento de frustración constante, llegando a la autodestrucción en los casos más extremos. Desde estas líneas, reivindico, una vez más, la necesidad de saber valorarnos, de saber querernos. Y dejémonos de Duques, Tetas en el Paraíso, asignaturas de Fisica o Química, metrofashions divinos y divinas de la muerte, ya que todo son mentiras y retoques de photoshop.

martes, 7 de abril de 2009

Biblioburro

Conocía hoy la existencia de una iniciativa para enseñar en Colombia, que llama la atención por su originalidad: el Biblioburro, una idea propiciada por un profesor que observaba cómo los alumnos y alumnas no hacían los deberes por falta de libros. No puedo dejar pasar esta idea de largo, ya que, aparte de su originalidad, valga la redundancia, se trata algo necesario e imprescindible: enseñar y hacer que los pueblos puedan tener acceso al conocimiento. Ciertamente, entre tanto pan y circo, tanto político que sólo piensa en los votos y (presuntamente) lucrarse, en vez de hacer algo, este proyecto, que lleva funcionando desde finales de 2006, y del cual no he tenido conocimiento hasta hoy, me parece necesario, y debería ser promovido, para hacer un mundo más sabio, más culto, aunque, como todo el mundo sabe y es obvio, no interese a poderosos y políticos. Espero que con el estreno de la película documental, tomen ejemplo y podamos disfrutar de un mundo más justo, más culto y muchísimo menos fácil de manipular. Quiero ser optimista, pero sé que tratarán de mercantilizar esta idea, nacida de la buena fe y el altruismo. Espero equivocarme. Espero que haya muchísimos más Biblioburros por el resto del mundo.

lunes, 6 de abril de 2009

Expolios y destrucciones

Una de las víctimas olvidadas de las guerras suele ser el arte, ya que a través de los diferentes expolios, obras que pertenecían a los pueblos vencidos,salían de los diferentes territorios o eran destruidas porque los diferentes artistas eran contrarios al régimen vencedor. Por nombrar un par de casos, podríamos hablar del Guernica, de Picasso, o de otro pintor del Impresionismo, del cual no recuerdo su nombre, cuya obra fue quemada y destruida tras la ocupación nazi. Se habla mucho de crímenes contra la Humanidad, de memorias históricas, genocidios y otras mil cosas más, pero nadie hace nada por evitar que se vendan y revenda el arte robada. Apelando a que muchos cuadros o esculturas son vendidos de buena fe, no se comprueban las diferentes procedencias, lo cual permite que especuladores y gente sin escrúpulos que puedan lucrarse con el robo permitido por las autoridades, que no actúan como es debido. Por eso sería aconsejable concienciar que el robo y expolio de arte es un grave delito, y que debe ser condenado. No se puede hacer la vista gorda con respecto al Arte, pero eso es algo que nuestra clase política jamas podrá entender, ya que sólo les importa el poder y la gente que les vota, pero no lo qué sucede a su alrededor.