martes, 23 de octubre de 2007

Racismo

Ayer veía las imágenes de una agresión racista, recogidas por las cámaras de seguridad del tren de Barcelona. Un joven de 22 años agredía a una niña de 16 por el simple hecho de no ser española, y lo relataba por teléfono a su interlocutor. Este señor, propinaba todo tipo de golpes a la menor, aterrorizándola con gritos y haciendo que la cría no pudiese reaccionar, víctima del pánico causado. Hoy ha salido en televisión, arrepentido del hecho, alegando que estaba borracho, cuando las imágenes muestran todo lo contrario. No se trata de la agresión en sí, sino de las secuelas, pues esta pequeña lleva dos semanas encerrada en su casa, por culpa de alguien cuyo nivel de tolerancia hacia el resto es nulo. No es justificable esa ida de olla-sic- ante esa agresión que no debe quedar impune. Me sorprende que haya sido puesto en libertad con cargos, por lo que rechazo la decisión del juez que instruye el caso. En las imágenes que la televisión mostraba sobre el agresor, se veía su prepotencia y su forma de ser... Desde estas líneas, quiero expresar mi solidaridad con la pequeña agredida y mi más profundo rechazo a esta agresión racista.

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