sábado, 20 de octubre de 2007

De frikadas y realidades

La gente se piensa que los freaks vivimos en nuestro mundo, y que no somos conscientes de la realidad. Nada más lejos de la verdad. Si bien es cierto que nuestros gustos son diferentes al resto de los mortales, eso no va asociado a vivir en una realidad alternativa, donde somos ajenos a las cosas que nos rodean. Es cierto que no es nada habitual tener ciertas edades y preferir leer cómics, pintar muñequitos o jugar al rol, pero son aficiones sanas, que no provocan accidentes mortales, adicciones varias o cáncer de pulmón, así como otras enfermedades cardiovasculares, por muy caras que sean. Se nos acusa de no discernir la ficción de la realidad y de modelar a nuestro gusto, el entorno oficial, reprochándonos tener una visión diferente, más pragmática del mundo que nos rodea, lejos de lo política y socialmente correcto, de ese pan y circo romanos que sólo ha cambiado de formas. Alejados de gustos mayoritarios como el fútbol, los programas del corazón y la telebasura, se nos recrimina que hayamos elegido ser nosotros mismos y no unos borregos más., como si tener personalidad fuese algo malo y enfermizo... Parece que nosotros, individuos con nuestras propias ideas somos un peligro. He de decir que me considero un freak, muy orgulloso de serlo, y con la cabeza sobre los hombros y los pies en la Tierra, con inquietudes y preocupaciones, y con unos gustos diferentes al resto del mundo. Y no por ello dejo de ser menos maduro que aquel que le gusta el fútbol, sale de botellón todos los fines de semana o fuma como un carretero. Sé tener mis momentos para cada ocasión, algo que estoy seguro que muchos de aquellos que critican mi modo de vida desconocen todavía...

2 comentarios:

  1. ¡Tienes toda la razón!
    Y encima, pensándolo fríamente no somos tan diferentes. Los frikis nos gastamos el dinero en comics, miniaturas... podemos pasarnos días haciendo cola para el estreno de una película especial; nos disfrazamos en según qué ocasiones, (cos-plays, estrenos de películas fantásticas...)
    Y luego están quienes se gastan una pasta gansa en una butaca preferente en un estadio de fútbol; los que viajan a un país extranjero sóo por seguir a su equipo; los que se pintan la cara y el pelo con los colores de su club; los que cuentan durante todo el año los días que faltan para la Semana Santa para ver a su cofradía...

    En definitiva, que todos somos humanos; sólo que cometen el error de no saber verse reflejados

    Saludos!

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  2. Muy buen post, sí señor.

    Besitos
    Erein
    aka bluething

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