jueves, 18 de noviembre de 2010

El lugar de la sátira

En este mundo del reinado de lo políticamente corresto, apenas queda sitio par el sarcasmo, la sátira, el comentario jocoso que, usando el humor, es tan mordaz e incisivo como un artículo de cualquier columnista serio. Hoy por hoy, sólo queda El Jueves, como referente satírico, el único superviviente en una sociedad de susceptibilidades heridas, incapaz de reírse de sí misma o aceptar la crítica. Una sociedad hedonista, egocéntrica y ególatra, exenta de agallas para defenderse sin la ayuda de abogados. No quiero pensar que la Guasa, con mayúscula esté agonizando, pues de hacerlo, la Libertad de Pensamiento, de Expresión estarán en serio peligro de desaparecer. Careciendo la censura de esta extinción de la Libertad y fomento del pensamiento único, veo como un gran peligro a la autocensura, pues esa es imposible evitarla o combatirla, pues se encuentra en el interior de cada persona, y se manifiesta cuando ésta siente temor, miedo o pánico a las represalias, a las amenazas del resto, de los aludidos, que sólo desean las críticas que supongan elogios y peloteos varios. Y lo peor es que no se puede hacer nada, porque nos encontramos delante de los principios de un mundo podrío, sin ética ni estética.

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