Independentismo oportunista

Uno de los defectos que más detesto del ser humano es el oportunismo, pues hace que desalmados esparzan sus semillas de ideología a diestro y siniestro, sembrando las apologías más intolerantes, las discordias más discriminatorias y las rupturas de los consensos logrados con el paso del tiempo, comportamientos que logran levantar los muros del enfrentamiento y la división. En la actualidad, en Cataluña, un grupo de estos oportunistas están calentando el ambiente de una forma que apena y llena de vergüenza a muchísimas personas. Hablo de unos herederos de Fuerza Nueva, que antaño defendían una España Grande y Libre, y ahora pregonan una Cataluña libre de extranjeros, haciendo apología de la xenofobia, algo tan de moda en estos tiempos que corren. Me dirijo también a Joan Laporta, que usa España para el fútbol y después reniega de la misma, fundando su propio partido, para exigir una patria propia, demostrando su hipocresía. También quiero quejarme de la imposición de la Lengua Catalana, algo que recuerda a la imposición de la Lengua Castellana en la dictadura de Franco. No es de recibo que se obligue a rotular o doblar al catalán, cuando eso debería ser una opción, ya que vivimos en un país libre, a pesar de opiniones de gentes incapaces de respetar la pluralidad, pero sí de exigir imposiciones y cuotas de lengua. No soy partidario del independentismo. Tampoco contrario. Al fin y al cabo, mi conciencia está más allá de fronteras, y me considero Ciudadano Universal. A lo qué sí soy contrario es a esos plantadores de semillas fomenten el odio, la xenofobia, el racismo o cualquier otra apología en nombre de Cataluña, el País Vasco, España o cualquier otro lugar del Mundo.