La voz de la guitarra

Hace unos días que estoy aprendiendo a tocar la guitarra, pues era una asignatura pendiente desde muy pequeño, y una de las cosas que he aprendido es que no hay dos guitarras iguales, que cada una tiene una personalidad, un sonido, una voz diferente. Ciertamente las notas son las mismas, pero su manera de expresarlas no. Incluso, en los primero días de case, mi guitarra estaba con con un trozo de cinta aislante, el cual quité porque me molestaba, ocasionando un altísimo grito, pues se le asemejaba. Si bien había escuchado a músicos hablar de ello, pero hasta que no la tuve entre mis manos, acariciando sus cuerdas, no fui capaz de sentir todo lo que aquellos comentaban. Y es algo que me alegra y motiva, puesto que quiero expresarme más allá de dónde lleguen las palabras, y sólo la música sea capaz de colarse. La guitarra, esa compañera, más que un instrumento, confidente de amores y desamores, de lágrimas y sonrisas, que nos escucha y da consejos. Por eso no hay dos voces de guitarra igual, puesto que es tan humana y sensual como una mujer. Original aunque sea el mismo luthier el que usado los mismos materiales en la construcción de varias de ellas. Destaca entre todas por igual, y sus sonidos nos envuelven, más metálicos o más clásicos...