sábado, 1 de noviembre de 2008

Tecnofobia(más apuntes)

Oscuros y fríos eran los pasillos que conducían a aquel pobre diablo a las tecnificadas prisiones donde los circuitos transportaban la información de los presos, que eran conectados para que su energía vital mantuviese aquella cárcel. Nadie había logrado salir con vida de aquel lugar, donde los tecnófobos eran ingresados arbitrariamente, sin saber cuál era el delito cometido, puesto que las leyes se promulgaban al antojo de aquella clase nobiliaria, que usaba los implantes biónicos para engañar a la muerte, una y otra vez. Aquellos poderosos nobles oscuros y crueles siempre solían hacer alarde de su ostentación, demostrada en los avances de la biónica y la cibernética, ambos carísimos y al alcance de una selectísima clase cuyo poder era casi absoluto. Dentro de esa clase nobiliaria, se encontraban muchos religiosos, adoradores de unas tecnificadas deidades cuyos templos eran campos de concentración donde los fieles eran sometidos a miles de experimentos, ordenados o no por aquella alta sociedad. No era un único dios el adorado, y la rivalidad entre cultos no existía, puesto que eran complementarios los conocimientos religiosos. Atrás quedaron las creencias monoteistas o cutos paganos, olvidados en la noche de los tiempos. A pesar de la luz que parecía gobernar los palacios y castillos tecnificados, aquella era una sombría y oscura época....

2 comentarios:

  1. Y de aquella sombra nació un ser que iluminó la Tecnocracia, haciendola caer con su Calculada simplicidad, un ente que al ser antimaterial, podia engullir toda aquella energia provocada por los espectros que viajaban en la red de datos de aquel acumulador de iones, aquel ser solo podia destruir aquella amalgama de cálculos, y fibras que poblaban el mundo, solo unas particulas bastaban para consumir poco a poco todo lo que encontraba a su paso...............


    Solo hay que derramar su gaseoso cuerpo sobre lo que queremos destruir, es simple a la vez que efectivo.

    Fdo: La RESISTENCIA.

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  2. Me gusta... A ver qué derroteros toma la novela...

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