martes, 18 de noviembre de 2008

Laicismo

Cuando muchos gobiernos quieren desterrar las manifestaciones religiosas al ámbito de lo privado, caen en el error de aquellos dictadores que nos obligan a creer en una determinada confesión religiosa. Es por eso por lo que estoy en contra del laicismo como confesión de un Estado, ya que se obliga a las instituciones a desterrar todo vestigio de religiosidad existente, algo que recuerda a aquella frase de Karl Marx, y que hizo propia China al invadir el Tíbet, a finales de la década de los 40 del siglo pasado. Cuando se habla de las manifestaciones religiosas y su destierro, nadie piensa que los cultos son enseñanzas transmitidas de generación en generación, de padres a hijos que las recibieron de sus abuelos y se pierden en la noche de los tiempos. Tan intolerable es la imposición de una sola confesión religiosa, como la ausencia de todas en ese laicismo intolerante que no respeta las libertades individuales. Imagino una sociedad donde convivan todo tipo de ritos, respetuosamente, sin que nadie se sienta herido o herida por sus celebraciones públicas, todas respetables, salvo aquellas que rozan el fanatismo y el integrismo. A ver si aprendemos, y esto va por la clase política, que los extremos se tocan, que tan peligroso es un fundamentalismo religioso, como la ausencia absoluta de los cultos y la prohibición de los mismos a través del laicismo, que nada tiene que ver con la aconfesionalidad, la cual respeta las creencias de cada persona.

2 comentarios:

  1. Un gobierno laico, no se atiene a ninguna religión, (Ya hemos sufrido demasiado a la omnipotente iglesia, y ya lo sufren todavía en ciertos paises de oriente proximo). La religión o creeencias de cada uno deben ser cosa privada. Que cada cual inculque a sus hijos en su casa lo que quiera. Es inviable que el gobierno quiera tener todas las creeencias presentes en sus instituciones. Para cagarla a nivel religioso, mejor abstenerse. Eso es un gobierno laico. Jamas debe un gobierno decir ni guiar a sus votantes sobre en que creer o que pensar.

    PD: Visita mi blog maricón (Dicho laicamente, que no se ofenda ningún cura).

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  2. En eso estamos de acuerdo... Los gobiernos la están cagando siempre.Hace tiempo escuché a un escritor decir que los gobernantes no se merecen el pueblo que los vota, porque tienen muchísima más clase que ellos. Pero, querido Álvaro, lo preocupante no es si hay laicismo o no. Lo preocupante es que se trata de contentar a todo el mundo con la corrección política, y eso hace que nadie esté contento... Triste, pero cierto.

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