lunes, 25 de febrero de 2008

Las formas y los modos

La noticia del agricultor que se negó a darle la mano a Sarkozy, y la reacción de éste al sentirse rechazado ha dado la vuelta al mundo. Como si de un antiguo señor feudal se tratase, el Presidente de la República Francesa insulta de forma impune a aquel que no está de acuerdo con su forma de gobernar. Esta serie de personajes son incapaces de aceptar que no todo el mundo les acepta, pues están rodeados de aduladores y aduladoras, que hinchan su ego, haciéndoles creer que son los mejores y los más populares. Pero llega el momento de enfrentarse a la realidad, y se encuentran con algo tan habitual como es no ser bien recibido por todo el mundo. Algo por lo que todos y todas hemos pasado en algún momento de nuestra vida, y que no tiene mayor importancia, pues no es nada grave. Al contrario. Es algo que nos debería hacer crecer como personas. Pero a veces no es así. Tanta convicción de estar en la cumbre y los primeros puestos de una galería que puede soportar o no, esto último se olvida, pues con esos oídos regalados de halagos y peloteo, es imposible tener una visión crítica y real de la opinión del exterior con respecto a la propia persona. Ahí reside el peligro de la megalomanía, que aleja de la realidad. Y luego nos dicen a los freaks que vivimos en nuestro propio mundo, lejos de la realidad.

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