miércoles, 6 de julio de 2011

Un duro artículo

La semana pasada morían tres mujeres a manos de sus parejas o ex parejas en menos de 72 horas, una cifra preocupante y vergonzosa, pues que un supuesto hombre mate a una mujer ya roza y sobrepasa la ignominia. Durante años me he preguntado el por qué de estas muertes, tratando de comprender, justificar o entender, pero nunca aceptar y siempre condenar, rechazar y repudiar. Poco me iba a imaginar que ese interés mórbido por el cabrón que no sabe amar a las mujeres podía estar detrás de estas muertes, y que muchas de esas muertes eran inevitables porque las víctimas no querían salir de ese entorno de maltrato, humillación y desprecio. He meditado mucho mis palabras, tan duras como sinceras, ya que me duele en lo más profundo de mi alma tener que hablar así, con tanta crudeza. El actual clima de neomachismo que hace que la Mujer esté perdiendo todos y cada uno de sus logros no sólo no ayuda a que el número de asesinadas disminuya, sino que propicia y ayuda a que aumenten de forma escandalosa, ya que se conciben ambos géneros como rivales, y no seres complementarios, compañeros en el camino de la vida, en una incomprensible guerra de sexos, donde se desprecia y rechaza a todo lo que huela a masculino, pero se quiere para pagar pensiones, copas y otros menesteres o caprichos. Sigo en contra del maltrato, de los maltratadores y todo lo que apeste a violencia de género o machista, pero también me posiciono en contra de las mujeres que no quieren ser amadas por hombres que sólo deseen lo mejor para ellas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu opinión es importante