sábado, 5 de marzo de 2011

Tempus Fugit

El tiempo se escapa, y con él, irremediablemente, la vida. Los días pasan iguales, idénticos a la copia del anterior, en una pesada rutina que conduce a un hastío que hace plantear si merece la pena vivir así. Porque vivir no es echar la vida atrás y pasar un día más, acumulando vivencias y no experiencia o aprendiendo de la misma.
Ser prisionero de una rutina asfixiante no es la idea que tengo de estar vivo y sí la de ser un superviviente que mira el reloj el lunes, y cuando vuelve a posar los ojos sobre el mismo ya es viernes. ¿Dónde está el tiempo? ¿Dónde queda la vida? ¡Me rebelo! ¡ Me sublevo! No quiero, no deseo seguir en este agujero, bujío inmundo de frustraciones que poco a poco me apaga, asesina mi talento y me convierte en masa sucia, en gente conformista que no aspira a nada. El tiempo se va, y la vida con él. No quiero perder ningún tren sentado en un andén de existencia vacía, hueca y sin sentido.

2 comentarios:

  1. Yo también vivo con una sensación parecida. El tiempo se me escapa de las manos, tan deprisa que no me da tiempo a saborearlo. Tantas cosas por hacer y tan poca sensación de tener tiempo para llevarlas a cabo. Yo mismo me bloqueo pensando que es inútil ir contra el tiempo que pasa y que nada va a cambiar con él. Me tengo que resignar viendo como lo que veo en el espejo cada vez me gusta menos. En fin, espero que algún día, la maduración me haga verlo de otra forma y así podré salir del pozo en el que me hallo. Espero que esa sensación te deje pronto a ti también. ¡Saludos!

    ResponderEliminar
  2. A veces me pregunto, Sargento Plata,, si aquellos hombres grises de Momo existen, pues tengo la impresión de que nos roban el tiempo.
    Un saludo y bienvienido.

    ResponderEliminar

Tu opinión es importante