viernes, 18 de junio de 2010

Ridículos que devuelven a la cruda realidad

Poco me importa que la Selección Española o el Combinado Nacional haya perdido en su debut en los Mundiales, puesto que el fútbol no me gusta. Reconózcome, orgulloso de ello, no saberme los números de los convocados, pues es algo que no aporta nada a mi vida, ni siquiera entretenimiento, pese a que pueda simpatizar con algún equipo como el Betis o el Atlético de Madrid, mas aún así no será una prioridad ver un partido, ya que me parece aburrido y sin sentido, siendo incapaz de comprender cómo arrastra a tantísima gente, y más con la que nos está cayendo desde hace seis años. Para mí el mal llamado deporte rey es una distracción y un espectáculo menor, que idiotiza, agilipolla y saca lo peor de cada persona, restando la deportividad y dividiendo a las personas según sean aficionados de un equipo u otro, convirtiéndolas en fanáticas e irracionales. Que haya perdido España, y no el eufemismo políticamente correcto de La Roja, es algo que nos hace despertar de ese letargo inducido por el Poder para así campar a sus anchas y mandar como si del equipo de un dictador se tratase, demostrando su incompetencia, más aún si cabe. Con esta derrota, espero sea el pueblo más consciente de la que está cayendo y no tan sumiso ante la pérdida de sus derechos más elementales, y sea capaz de actuar de una vez por todas.

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