viernes, 8 de enero de 2010
María José
En más de una ocasión me planteo postear como un desafío difícil de abordar, por lo delicado del tema elegido. Si bien ayer tenía muy clara mi postura ante el tema de los toros en Cataluña, hoy no es así, pues lo peliagudo del tema me hace tocarlo con pies de plomo, con miedo a meter la pata. Hablar de María José Carrascosa y el calvario que está sufriendo en Estados Unidos se me antoja una tarea extremadamente difícil, pero necesaria, pues necesita todo el apoyo que podamos prestarle. Cuando escuché la transcripción de las palabras que el juez le dedicó, diciéndole que el juego se había acabado, no pude evitar ponerme de mal humor, y acordarme de la familia del magistrado, al cual le importó poco o nada que María José fuese víctima de la violencia de género, de un marido que trató de envenenarla, aunque desgraciadamente no me extrañaba nada, viendo el tratamiento tan superficial y trivial que tiene esta lacra allí, que cualquiera se ríe de ello, y lo ve algo normal. Estoy en contra de esa inmerecida condena, de ese secuestro legal, y me irrita que nuestro Gobierno no mueva un solo dedo para liberarla, para ayudarla. María José se merece la libertad, y reunirse cuanto antes con su hija, pues es la única víctima de esta injusticia tan desoladora e intolerable.
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Claro, Peter Innes ya estaba buscado por la justicia española antes de conocerla a ella, la estuvo engañando todo el tiempo y se casó con el pasaporte de una mujer fallecida. Ha robado a la familia de María José y con la ayuda de los corruptos jueces de Nueva Jersey le ha preparado una trampa mortal.
ResponderEliminarEso es lo que más me indigna, Vicente. Muchas gracias por aclarar. ¿Te importa que te agregue en mi feisbuk?
ResponderEliminarUn abrazo.
Me parece alucinante el caso de María José Carrascosas, quienes conocemos la historia, no comprendemos cómo no se entiende que ha sido SECUESTRADA por los EE.UU., de la más canallesca de las maneras, para vergüenza de toda España, que hemos demostrado que somos muy fuertes con los débiles y muy débil con los fuertes. Aquí no hay honor ni coraje, para presentar cara a los norteamericanos. ¿Qué hubiera pasado su fuese al revés? A ver si se le detiene al marido, que dice va a venir a España a reclamar a su hija (cuando la tenía abandonada cuando estaba allí).
ResponderEliminarEl comentario sobre las corridas de todos, siendo un tema un poco menos grave, tengo que decir que es escandaloso que aún exista, cuando va en contra de toda lógica humana, maltratar tan vilmente a un animal ¿qué pasaría si fuese otra especie? (es mentira que este animal sólo exista para esto), y lo que es peor, que la gente se divierta morbosamente, al ver como un hombre puede morir en el ruedo, lo más parecido al circo romano.
Efectivamente, Kurro, así es el españolito de a pie... ¡Qué le vamos a hacer!
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo, con lo de los toros. Es una salvajada que debería ser ignorada más que prohibida, y se debería educar en que es así, pero claro, el señorito andaluz todavía existe, y ese es el que maneja el cotarro, nos guste o no...
Cuanta razón tienes... cada capítulo de esta triste historia parece tener consecuencias más drásticas y surrealistas... ojalá ese juez y ese "padre" defendieran los intereses de la niña como lo hace su madre, con uñas y dientes...
ResponderEliminarMe quedo con las palabras que el padre de Maria José le dirigió a Peter Innes en la manifestación de Valencia el pasado Domingo: "Yo estoy cuidando a tu hija y tu estás matando a la mía"
Un abrazo!
Marta
Hola Marta, me pareces de lo más aceptable en tu comentario, pero creo que están poco enterado de quién es el padre (en busca y captura, en España, por estafa y tráfico…); bien es verdad que abandonó a madre e hija en 2004, nunca ha dado dinero para su manutención), lo que hizo que Mª José se viniera a España (legalmente, según la justicia española, incluso él vino aquí a reclamar la necesidad de ver a su hija en USA, cosa que se le denegó, y nunca, nadie, se lo ha prohibido que la visite en España. sólo que él dice es muy caro para él viaja acá (sin considerar qué caro es para la hija, hacerlo allí). Ahora él no tiene interés de venir al saber que puede tener problemas con la justicia española, y quiere a su hija allí, para quedarse con ella, según todos los indicios.
ResponderEliminarEstuve en Valencia y fue de lo más emotivo, ver el sufrimiento de toda la familia, así como el gran apoyo ciudadano, pues en contra de la cantidad que dice los medios, empezamos unos quinientos, para terminar la concentración más del triple.
Pero es verdad que esto es una historia triste, y mal llevada por todos, me refiero a padre y madre. Ella fue en la confianza de que se respetaría la sentencia española, que era prioritaria según leyes internacionales (ella es abogada) y cayó en la trampa, metiéndose en “la boca del lobo”, de no haber ido, estaría aquí y no hubiese pasado nada.
Bueno, me gusta este contacto, y que respetemos nuestras opiniones, incluso con nuestros propios criterio, a favor o en contra.
Un saludo afectuoso. Francisco de Paula.