jueves, 22 de octubre de 2009

Justicia

Ha caído todo el peso de la ley contra el nazi que asesinó a Carlos Palomino, y cuyo nombre no me he molestado en aprender, porque no se lo merece. De nada le sirvió parapetarse a este señor tras el miedo insuperable, pues las imágenes del vídeo del metro mostraban el claro interés de asesinar. Por primera vez se aplica el agravante de odio ideológico, con lo que el cumplimiento de la pena será íntegro. Espero, querido lector, querida lectora, que no obtenga beneficios por buen comportamiento, pues sería un serio mazazo para la Justicia, tan vapuleada por tantísima gente. He de decir que siento una gran alegría por esta condena, puesto que considero fuera de lugar que una persona le arrebate la vida a otra, y menos por motivos ideológicos. Declarar un blog antifascista no es nada fácil, pues es extraño recibir amenazas por ello. Pero aún así, creo que es un deber ser antifascista y antinazi, ya que son ideas que hacen apología del odio, de la superioridad de una raza sobre los demás y de la mayor de las intolerancias. Pero me da igual, qué quieres que te diga. Mi deber es estar con la tolerancia y el respeto, y seguir gritando con todas mis fuerzas contra la intolerancia, como hice por primera vez en el año 1995, sin dejar de hacerlo. Por eso me alegro que haya un nazi menos en la calle, y uno más entre rejas.

2 comentarios:

  1. YO TAMBIEN ME ALEGRO.UNO MENOS.UN POQUITO MÁS DE lIBERTAD PARA TODOS Y TODAS

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  2. Espero que esto sirva de precedente, JARILLO.
    Un abrazo.

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