sábado, 4 de julio de 2009
Apología de la amistad(primeras notas de un ensayo con el mismo título)
La amistad no existe. O de existir está siendo mancillada por la gente que, en su nombre comete las más horrendas barbaridades y atrocidades. Hablar de amistad es una utopía, puesto que nadie quiere apoyar en los momentos difíciles, pero tampoco en los fáciles. Vivimos en una época de apariencias, de galerías de personajes, donde la persona está desterrada a la humillación y el desprecio más absoluto por su singularidad. De nada vale que los valores de solidaridad sean importantes. A nadie le importan si no pones tu retrato en Internet, mostrando los dientes, con esa sonrisa tan falta como efímera. No hace tantos años, la gente vivía en un mundo real y se apoyaban en momentos duros, reuniéndose alrededor de una mesa para compartir. ¿Qué se compartía? Poco importa, tanto da, pero se compartía. Con la proliferación de esas mal llamadas redes sociales, la web 2.0 y otros inventos, la amistad queda relegada a la pantalla de un ordenador, en el cual se compite por tener la mayor cantidad de amigos en dicha red social, pero no se sale por ahí. Nadie quiere complementar el hecho de hablar por chats o programas de mensajería instantánea con una charla real, viva. Y es ahí donde nace la apología de la amistad, una defensa a ultranza de algo inexistente o que no se cree. Se habla de valores, pero se crean modelos y se trata de construir un mundo a medida, donde las personas no son como son, sino un reflejo adaptado de lo qué se desearía que fuese. La autenticidad se pierde entre bits, ordenadores y conexiones. Al apologista de la amistad, la amistad le importa una mierda. Sólo valora la dictadura de la felicidad, donde el mundo carece de problemas y todo es ideal e idílico. No quiere responsabilidades. No quiere entregar, pero sí entregas y comprensiones que no está dispuesto a devolver.
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Yo he tenido suerte, la que en el amor se me niega, de tener muy buenos amigos, viejos y que apoyan...
ResponderEliminarEn la medida que ellos pueden, como yo
Besicos
Vaya ciberhostias que te has tenido que dar para llegar a estas conclusiones que, en el mundo de bits, son en la mayoría de las ocasiones reales.
ResponderEliminarPor cierto, grande la nueva cabecera. Me gusta.
Querida Belén, me alegro tanto que tengas a gente en la qué apoyarte cuando flaqueas... Yo me alegro de contar con gente como tú, dezaragoza o cualquiera de los AMIGOS y AMIGAS que a diario pasáis por aquí.. ¿Recuerdas cuando te dije que te quiero? Yo no quieto al personaje. Quiero a la persona que está ahí, tras los escritos.
ResponderEliminarBesicos, niña.
Ciberhostias y hostias reales, dezaragoza. He estado varias semanas muuuuuuuuuuuuy jodido, y aguantando cómo me decían que daba pena por pedir AYUDA a gritos.
De vergüenza, querido amigo, que se hable de redes sociales, cuando se debería hablar de aislamientos sociales...
Un abrazo.
Te lo dije antes y te lo repito ahora, no has tenido suerte al encontrarte en tu camino con cierta gente que te hace creer que la amistad es mesquina, egoista y que solo esta presente cuando estàs bien; amor, la amistad sin comillas es lo mas bello que podès tener, existen buenos amigos , seres unicos que te hacen olvidar las penas y te llenan de fè y esperanza, no te aisles pensando que la amistad no existe, no tenès que buscarla , la verdadera amistad es como el amor verdadero , llega cuando menos lo esperas.
ResponderEliminarTe amo, mi niño
No me aíslo, querida Loren, y bien lo sabes, pues quiero compartir tantas cosas... Lo qué sucede es que el resto no se cierra demasiado.
ResponderEliminarUn beso.