miércoles, 3 de diciembre de 2008

A la caza del pijo

Han pasado unos días desde que unos cuantos chavales recibieron una paliza al salir de una fiesta. ¿Su único delito y provocación? Vestir de traje de chaqueta y corbata. Ahíto de esos canis o canorros que se sienten víctimas de una sociedad que no los comprende por vestir chándales, debo decir que estos incomprendidos pueden gastar más dinero en ropa y complementos que aquellos a los que agreden por su vestimenta... Sin embargo, la sociedad sigue viéndolos como marginales y desheredados, cuando no es así. No son pocas las veces que bajo ese supuesto victimismo y esa oda al trabajo duro de la construcción tratan de ganar adeptos y adeptas, alegando que esos pijos que tanto odian lo tienen más fácil. Yo no creo ni una de sus palabras. La vida no es fácil para casi nadie, y el hecho de vestir un traje de chaqueta y corbata no es motivo sine qua non para agredir a su portador, pues de todo el mundo es conocido que las apariencias engañan y vestir bien, ya que considero que un chándal o ropa deportivo nada tiene que ver con la elegancia, no es significado de pertenecer a una clase socioeconómica media alta. Lo triste y penoso es que esta violencia hacia lo diferente es preocupante. Si ayer hablábamos de Javier López, el redactor apologista de la xenofobia que se olvidó de varias lecciones de ética periodística, hoy no debemos olvidar que es extremadamente grave que un traje de chaqueta se pueda convertir en un detonante para que su portador reciba una paliza. ¿En qué mundo vivimos?

7 comentarios:

  1. Pues la verdad es que en el momento en el que se mata por un ideal, un color o una ropa... mal vamos...

    Besicos

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  2. Como decía un amigo mío en una de sus canciones: El mundo está fatal de los nervios... Besos

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  3. Solo hay que ver la pelicula Alemana la OLA, una verdadera muestra de hasta donde puede llegar el ser humano al ser participe de una sociedad que para el es beneficiosa, pero sin embargo para los demás puede ser horrible o dañina.

    Espero que si voy de traje no me rodeen caricatos paliduchos con alajas colgantes y sombreros de pato, pues de dos buenas lanzadas de sopapos los iva a de dejar a mas de un hecho un giñapo.

    Tienes razon Cyber, las apariencias engañan, pero ellos no lo saben. JAJAJAJAJAJA.

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  4. Así son los prejuicios, queridos amigos....

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  5. No puedo creer que eso este pasando, realmente es preocupante y alarmante que esta sociedad esté tan adelantada en tecnología e innovaciones y al mismo tiempo cometa tantos actos de bestialismo.

    Chao un beso
    Lisa

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  6. Bienvenida, Lisa. Así suceden las cosas... Y es triste, a la vez que vergonzoso...
    Besos

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