martes, 15 de abril de 2008

El poder de una sonrisa

A veces una semana se puede plantear dura, falta de energía o tan larga que el lunes parezca el primer día de un año nuevo, haciendo que la semana parezca perpetuarse durante eones y generaciones, aunque sólo sean unos días lo que nos separan del domingo y el final de esa semana. Esos días que se vuelven grises y torcidos, y hacen que tú te tuerzas al volver la esquinas, se pueden arreglar con una simple sonrisa, que tiene el poder de devolver la esperanza e ilusión, y de alegrar el duro día que llevamos. Es de agradecer que alguien te regale una de sus sonrisas, sinceras, francas, exentas de hipocresía y sentimientos insanos. Una sonrisa ofrecida a un desconocido o una desconocida, ofrecida sin el más mínimo reparo. Esos son los pequeños momentos que hacen que merezca la pena disfrutar de ellos, sin necesidad de grandes lujos o pretensiones. Esos momentos te hacen ver la vida bella, bonita y llena de lo mejor del mundo.

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