sábado, 23 de febrero de 2008

Crueldad incomprensible

Hay días que no sé cómo abordar según qué temas, pues son extremadamente delicados, y escribir sobre ellos requiere un esfuerzo que va más allá de juntar las palabras. Hoy es uno de esos días, ya que mi sangre se ha helado, al ver a una mujer agredir físicamente a su nieta, al grito de No te quiero, una niña de apenas un año de edad. Si cruel me parece la violencia de género, esto me repugna de forma tajante, haciendo que rechace de frente este tipo de agresiones, cobardes, rastreras y ruines, por no mencionar el trauma que esa cría pueda tener en el futuro, pues la agresora era su propia abuela, la cual repitió los esquemas con todos y cada uno de sus hijos anteriormente. No lo entiendo. Tanta crueldad con un ser que empieza a vivir... ¿Qué tipo de ser puede llegar a esos extremos? ¿Tanta maldad puede acumular una sola persona? Son las preguntas que me formulo, y las que grito a los cuatro vientos cuando observo este caso, y los de los padres y madres que son capaces de asesinar a sus hijos e hijas. Esto es una crueldad tan irracional e incomprensible que todo lo que escriba serán dudas y planteamientos que no llegarán a ningún sitio, salvo a hacerme recapacitar en la esencia, maldad y mala fe de algunos seres humanos, que dicen ser racionales.

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