viernes, 7 de enero de 2011

Mi primer e-book

Decíamos ayer que aún quedan personas que aún pasan de todo el rollo tecnológico, algo extremadamente interesante y que desarrollamos en una columna para ello. No obstante, hoy quiero tomar el relevo, y hablar de la maravilla que supone el e-book, el libro electrónico, del cual opiné hace unos meses, y que debería ser definido como biblioteca electrónica, ya que caben, literalmente, miles de volúmenes. Hasta que lo he tenido en mis manos, no me he dado cuenta de su utilidad, de sus ventajas, que no son pocas, y mi valoración es muy positiva. Se trata de un aparato muy ligero, fácil de utilizar, que se puede llevar a cualquier lado sin que suponga una molestia u ocupe un espacio innecesario. Si en aquella primera impresión el formato me pareció interesante, ahora lo veo necesario y garantizo un futuro saludable, si las editoriales no cobran precios abusivos por los nuevos formatos, ya que los costes se reducirían de forma considerable. Como oportunidad de negocio, veo que de esta forma el autor podrá tener más control sobre su obra, y podrá autoeditarse sin necesidad de grandes inversiones, como sucede en la actualidad. Espero que los ejecutivos no se vuelvan locos con el tema de la piratería y lo vendan como algo que destruirá la Literatura, puesto que lo que este aparato hará todo lo contrario.

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