viernes, 31 de diciembre de 2010

Balance de una década

Hoy se termina el año, y con él se cierra una década, que pasará a la posteridad por su falta de esencia. Es una década sin pena ni gloria, donde ha triunfado lo efímero, el egocentrismo y los sentimientos con fecha de caducidad. Sin música que represente a los años '10, podemos definir este período de tiempo como el mas absurdo de la Historia. Las relaciones personales se han limitado a ver quién tiene más agregados en las diferentes redes sociales, en un aislamiento y un ostracismo nunca visto antes. El triunfo de la sonrisa falsa e hipócrita para quedar guapos en las fotos de perfil ha sido una tónica demasiado habitual, y la cultura del todo vale,los logros sin esfuerzo y la fama sin oficio ni beneficio han convertido a la sociedad en gente hedonista que sólo se preocupa del placer, de los derechos, y que es incapaz de madurar o respetar al resto, sea diferente o no. Centrados en el más puro materialismo del dinero o los cuerpos perfectos, las relaciones se basan en el peloteo más servil, y en el logro de lacayos y acólitos, olvidando y dando de lado a la amistad, y que podemos discrepar, incluso disidir de lo que nos ofrece el resto sin rechazar a nadie. Sinceramente, deseo despedir este 2010, y abrazar el nuevo año, la nueva década, con muchas esperanzas, con muchos deseos, y todos y cada uno de ellos buenos y esperanzadores.

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