lunes, 31 de mayo de 2010

Aún más perdidos

Lejos de titular como había pensado, con referencias a aquello que me habían contado sobre los últimos episodios de la serie Perdidos, ayer tuve la ocasión de verlos, y comprender y entender el porqué de ese final. Atípico como pocos, es un broche de oro que es tan profundo como la vida misma, y tan profundo e insondable como la muerte, cargado de un simbolismo espiritual nunca antes visto. Es cierto que muchos interrogantes han quedado sin resolver, pero no son más que rémoras dentro de una trama apasionante y original. No he visto necesario saber el motivo de la infertilidad de las mujeres de la isla, ni otros asuntos baladíes, pues aquello iba más de un argumento pensado como relleno, pues es, o ha sido, una serie harto rentable, cuyo episodio piloto costó varios millones de dólares, y que ha cautivado a millones de personas en el mundo. Emulando a Mayra Gómez Kemp en su etapa de Un, dos, tres..., diré que una de las claves estaba en la promo de la última temporada, y hasta ahí puedo leer. Impactante, lógico y sobre todo muy cargado de poesía, belleza y sensibilidad, el último capítulo de la sexta temporada cumple, bajo mi opinión, con todos los requisitos para cerrar la serie, viendo innecesario cualquier spin off de los diferentes personajes..

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu opinión es importante