Cinco años que no deben ser olvidados

Han pasado cinco años desde aquella masacre en Madrid, en la cual murieron 192 personas, 192 inocentes, y los sentimientos siguen a flor de piel. Todavía me sigo emocionando cuando veo las imágenes, cuando recuerdo que me gasté una pasta llamando a la gente que quería para saber si estaba bien. Todavía recuerdo aquella niña que le decía a su mamá que no entendía un cuadro mío tétrico que pinté con las manos, con metálicos, rojos y negros. Y cómo ésta y yo decíamos al unísono que cómo se explicaba algo que no se entendía.... Aquellos sentimientos, pensamientos, fueron duros. Recuerdo la primera vez que pasé, muchísimo tiempo después por alguno de los sitios donde las bombas estallaron. Un frío aterrador recorría mi espalda. Aquello no era agradable. Me apena, sinceramente, que se haya politizado esta masacre, que los políticos usen a los muertos como moneda de cambio o como pelota arrojadiza. Deberían tener más respeto, ya que no sólo deben estar para la foto. Deben actuar con fuerza y contundencia. Es la vida humana la que se sesga de mala manera, por unos fanatismos que no entiendo, ni quiero entender. Mi solidaridad con las víctimas, y mi tirón de orejas para todos aquellos que tratan de politizar un atentado terrorista de tales dimensiones. Yo no os olvido, y cada 11 de marzo, mientras este blog siga abierto, las víctimas tendrán mi recuerdo.