viernes, 18 de julio de 2008

Secuelas de una huelga inútil

Una de las cosas que más me ha apenado en los últimos tiempos ha sido la inutilidad de la huelga de transporte. De nada han servido las movilizaciones de aquellas personas que exigían unas mejoras con respecto a su trabajo. Poco ha servido que aquel camionero muriese o el otro fuese incendiado por unos salvajes. Nada ha cambiado, ya que el gasóleo sigue subiendo, los transportistas cobrando lo mismo y los precios por las nubes.Una de las secuelas de esta huelga ignorada por el Gobierno, como la inexistente crisis económica, es la subida de precios del transporte por carretera. El otro día vi en la taquilla de los autobuses a Madrid que el servicio se había encarecido en un euro en el trayecto de ida. Puede que no sea mucho, pero esta subida supone una pérdida para los derechos de trabajadores y trabajadoras, independientemente de que traten de vendernos que los viajeros y viajeras han disminuido, una excusa barata, ya que cualquier empresa haría precios más atractivos si ve que las ventas bajan. No entiendo esta pérdida de derechos de quiénes trabajan y de la ciudadanía en general, y menos en un país gobernado por gente que dice ser de izquierdas, aunque sus acciones demuestren lo contrario.

2 comentarios:

  1. Algo extraño le pasa al PSOE (ese partido de izquierdas), que cuando pasa más de 4 años en el gobierno, va dejándose arrastrar poco a poco a la derecha.

    Saludos

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  2. Eso es lo triste, que vendan sus ideas al vil metal...

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