La justicia de los sinvergüenzas para los sinvergüenzas

Se acabó. El juicio por el asesinato de Marta del Castillo ha terminado con una condena tan injusta como absurda y desproporcionada. Tan sólo 20 años de condena al asesino confeso Miguel Carcaño. De nada ha servido que testigos aportasen luz a este oscuro caso, pues si bien los testigos están obligados a decir la verdad, los acusados se pueden acoger al derecho de mentir para no testificar en su propia contra. Que la Justicia diga que es una sentencia impecable es incomprensible, pues se ha tenido en cuenta a la mentira, la manipulación y la burla más sádica y cruel. Con este fallo, se demuestra que en España sale excesivamente barato, rentable y lucrativo matar a una persona, pues los encubridores se van de rositas, mientras los padres de la víctima siguen sin saber siquiera a dónde llevar unas míseras flores. Cuando Pedro Pacheco dijo que la justicia era un cachondeo, le impusieron una elevada multa, a pesar de llevar toda la razón del mundo. Ahora unos sinvergüenzas sin ética, moral y mucha estética salen a la calle tras torturar durante años a dos personas que han perdido a una hija a la que aún no pueden velar ni dar sepultura por culpa de otros sinvergüenzas carentes de todo sentido de la Justicia que sólo se han basado en las pruebas y recovecos para condenar por la mínima a un monstruo frío e implacable, con apariencia de persona.

Entre el pensamiento único y la pérdida de libertades

Aterrador y oscuro se presenta el momento que estamos viviendo, donde sólo importa el dinero y el poder por encima de todas las cosas. Hablar de libertad o pluralidad es una osadía tan grave que resulta más cómodo y constructivo establecer dos corrientes de opinión, a favor o en contra, pero no discordantes con lo que nos imponen que deba ser el asunto a valorar. El otro día, le preguntaban a Punset sobre un único gobierno mundial, y éste hacía apología de ese nuevo orden que se está estableciendo. ¿Cómo se puede defender semejante aberración, por muy barata que resulte económicamente? ¿Acaso sólo importan los billetes y monedas de curso legal? Me niego a compartir las valoraciones de este comunicador, porque creo en la Libertad por encima de todas las cosas y en su defensa a cualquier precio, incluso entregando la vida, tal como ha sucedido en el pasado. Es cierto que no se ha luchado lo suficiente, y que ahora vivimos un neomedievo donde las clases poderosas someten al resto y lo despojan de todo, hasta de su dignidad, pero no podemos permitirlo. Que se esté empezando a actuar es una gran noticia, pero todavía no se hace suficiente. Es necesario hacer el cambio, dejar de ser borregos y tener capacidad crítica, lo cual se consigue haciendo un pueblo más culto, más informado y menos analfabeto. Me pregunto si la gente, la gran masa, estará dispuesta a evitar que sea pisoteada tal como se está haciendo ahora.

Premios, méritos y candidatos

Hace unos días se hicieron públicos los documentos que revelaban que a John Roland Reuel Tolkien no fue merecedor del Premio Nobel de Literatura de 1961 porque su prosa era de segunda categoría, que no estaba en modo alguno a la altura de la narración de alta calidad. En honor a la verdad, soy incapaz de comprender dicho veredicto, ya que considero la literatura del autor de El Señor de los Anillos de una riqueza y una creación extraordinarias. De hecho, creó su propia gramática, conteniendo sus textos una semántica extensa y variada como decíamos hace unos días al hablar de la adaptación cinematográfica de El Hobbit. Siempre he considerado que todo el mundo debe tener acceso a la Cultura en cualquiera de sus manifestaciones, y no quedar reducida al capricho de una sociedad elitista de tontos de las letras o prepotentes pedantes que compiten por su nivel de fanfarronería en vez de mejorar el cultural, por lo que me resulta incomprensible e inconcebible que a uno de los mejores escritores de la Historia, tal como posteriormente se ha demostrado, se le haya negado tan magnífico y prestigioso galardón. Un galardón que se ha de entregar con criterio y rigurosidad, no cegados por un interés de alejar la Cultura del resto del mundo y la sociedad.

Cabalgata laica

Me hace gracia esta extraña moda sacar todo lo sagrado, religioso o espiritual de la vida pública, sin importar lo que sea. Destierran a los dioses de las películas basadas en personajes de la mitología griega o romana, obvian pasajes de esa Literatura o hacen laica la Navidad, cuando es la festividad más religiosa que existe, junto con la Semana Santa. Al margen de si gusta o no, de lo bien o mal que pasemos estos días, no se puede obviar que es una tradición religiosa, católica para más señas, y no una excusa para comer a bozal quitado, comprar regalos o asistir a cotillones. Leo ayer en el diario Público que la Cabalgata de los Reyes Magos ha recuperado su espíritu religioso, bajo un punto de vista de escándalo y casi denuncia pública, a lo que yo planteo si hay algo de malo en ello, ya que debemos recordar que los Magos de Oriente buscaron al recién nacido para ofrecerles ricos presentes y sus respetos. A mí no me gustan estos días, pero creo que se debe respetar el espíritu religioso de los mismos, porque si no sólo serán fechas de excesos, despilfarros de todo y sonrisas hipócritas en una obligación de pasarlo bien a toda costa, aunque ya dejen de tener significado las celebraciones. Creo que no se debe perder el norte en estos días, y tener siempre presente que el protagonista de estas fechas es Jesús, y no los regalos, las cenas o la opulencia.

Títulos nobiliarios sin grandeza ni vergüenza

Leo el otro día que el Rey tiene la intención de otorgarle un marquesado al ex presidente Zapatero, una decisión injustificable, pues éste sólo se merece el desprecio, el ostracismo y ser apartado de toda función, ya sea privada o pública, con una pensión de 424 euros mensuales. Escandalosa y vergonzosa sería la inclusión de semejante personaje entre la nobleza española, ya sea grande o no de la misma, porque lo único que ha hecho ha sido ser el peor y más patético gobernante de España desde Fernando VII. Vergüenza debería sentir Su Majestad siquiera pensar que por el hecho de haber sido Primer Ministro deba ser merecedor de altas distinciones o reconocimientos, y más cuando ZP ha renegado siempre de ésto. Ni entiendo, ni respeto ni comparto que a un energúmeno patán, incompetente y patético con candidatura a aspirante de imitador de personajillo se le deba rendir pleitesía por los méritos logrados, cuando es vox populi que no es así, ya que sólo ha logrado romper consensos, dividir un país y llevarlo a la ruina en todos sus aspectos y no sólo el económico, desalentando a la sociedad y destruyendo el respeto que España tenía a nivel internacional. Si al final acepta el marquesado, debería ser de Infames, Sinvergüenzas y Desleales, pues no se merece otra cosa que ser escupido a la cara.

Retorno al machismo

Conocemos hoy el resultado de una encuesta que dice que las mujeres españolas se fijan en la posición económica antes que en el físico. Mal rumbo lleva la sociedad si es así, si sólo se tienen en cuenta los valores más superficiales y materiales y se olvida, obvia y desprecia lo que verdaderamente importa, es decir, el amor, el respeto, la convivencia, el romanticismo... Estoy viendo cómo las mujeres están perdiendo todos los logros conquistados ante el poder falócrata del machismo más agresivo, a través de la sumisión a representantes del mismo, cuyo único interés es convertir a las mujeres en meros objetos de sexo, deseo o receptáculos de óvulos que serán fecundados por su semen, sin importarles nada más. Se habla de igualdad, de oportunidades para todos y de integración. ¿Por qué no se empieza por lo básico, que no es otra cosa que la educación? ¿De qué sirven los consejos paritarios si hay hombres que invitan a ser felados para lograr ascensos o puestos de trabajo? Afortunadamente, aún quedan mujeres independientes, autosuficientes que no necesitan de un hombre o macho que las mantenga, pues se valen por sí misma. Espero y deseo que este retorno al machismo no vaya a más, porque me dolería en el alma que aquellas que quedaron en el camino luchando lo hubiesen hecho en vano.

Un año más

Comienza un nuevo año y con éste nuevos proyectos que se realizarán y otros quedarán en el camino. Al margen de felicitaciones y plantear si son bien recibidas o no, un comienzo siempre es esperanzador. No sé qué va a pasar con la economía española, ni con la crisis que nos azota, de la que podríamos haber salido si el patético Zapatero hubiese hecho algo más que tirar por el sumidero el dinero de todos los españolitos de a pie y no el suyo propio ni el (presuntamente) robado por tantos políticos(presuntamente) corruptos. ¿Qué le aguarda a esta bitácora? Una trayectoria larga en este mar que es Internet y contenidos cargados de opinión personal. Espero actualizar con más frecuencia, algo que no sucedió el año pasado como yo deseaba a causa de mil asuntos personales que prefiero reservar para mí. Este nuevo año que comienza se abre con la anhelada edición de mi primera novela, Una extravagante historia de serie 'B', un homenaje a la ciencia ficción española de los años 70 y 80, y que saldrá a la venta en cuestión de días, pues se encuentra en proceso de impresión. Con mis mejores deseos, te emplazo, querido lector, querida lectora, a que regreses día a día como vienes haciendo desde 2007. Gracias por estar ahí.

Sesenta

Aún no termina el año, y el número de mujeres asesinadas por sus parejas o ex parejas ha llegado a la vergonzosa cifra de sesenta. Las palabras suenan repetitivas, la indignación aumenta cada vez que conozco este tipo de noticias, ya sea una sola bofetada, una paliza o un asesinato. ¿Qué les pasa a estos tíos sin cojones? ¿Por qué algunas mujeres se excitan cuando las tratan mal o les pegan? ¿Tan difícil resulta asociar el amor con el respeto? Que se le llame violencia de género, machista o de otra forma es algo secundario, porque aquí la víctima es la Mujer y su puesto en esta sociedad decadente, que se está convirtiendo a toda prisa en un complemento asociado a la figura del macho, que no hombre. Desconozco cuándo descenderá el número de mujeres asesinadas por sus parejas o ex parejas, o si alguna vez esta lacra cesará, ya que con más frecuencia veo que muchas no quieren salir de ese entorno exento de respeto y amor, por mucho que se empeñen en decir que son felices. Una vez más, no sé cuántas son ya, vuelvo a manifestarme totalmente contrario al terrorismo machista y posicionarme contra esos mierdas que no se merecen ser definidos como hombres, ya que el hombre que ama a una mujer es incapaz de tratarla mal, y mucho menos de levantarle la mano o acabar con su vida.

Felicidades

¡De todo corazón os deseamos Felices Fiestas!

El negocio del hambre

A veces creo que no se quiere acabar con el hambre en el mundo porque no resulta nada rentable y se quiere especular con los países que pasan hambre y sus habitantes que, literalmente, no tienen un trozo de comida que echarse a la boca. se ponen demasiadas iniciativas en marcha que sólo sirven para engordar las cuentas bancarias de ONG's que contratan con sueldos precarios a sus trabajadores y les obligan cual mafiosos de la mendicidad a recaudar dinero a cualquier precio, sin aceptar otra cosa que no sea el vil metal. Me duele ver que con un poco de buena voluntad por parte de los gobiernos se podría hacer mucho, pero más me duele comprobar que se sacan mil gilipolleces para paliar el hambre. ¿Por qué no se deja de mandar alimentos y se enseña a ser autosuficientes? Pues porque eso no es algo lucrativo ni deja beneficio. Es más rentable comerciar con la pena y el chantaje emocional en el telediario a la hora de comer que destinar el dinero recaudado para hacer del Tercer Mundo un vasto territorio productivo que sea capaz de generar sus propias riquezas. Asco me da ver esta pasividad y esta proliferación de mercaderes del hambre, a los cuales poco o nada les importa la necesidad ajena ni la mortalidad infantil, mientras los gobiernos les apoyan a base de subvenciones y partidas que deben ser destinadas en la declaración de la renta. Espero y deseo que no se especule más con la necesidad de la gente, porque esto es un delito grave, a pesar de no estar tipificado en el código penal.