sábado, 14 de febrero de 2009
Vómitos del alma
La nave se paró, como otras veces, y volví a preguntarme si merecía la pena arreglarla,seguir navegando. La adversidad nos azotaba de forma habitual, sin darnos treguas ni tiempo a recuperarnos. Ahí me dí cuenta del romance que mantenía con la tristeza y la soledad, en una orgía de depresión y miedos que no me dejaba evolucionar y cegaba mis ilusiones. Aquella nave pirata se sacudía, haciéndome perder el equilibrio, dejándome caer tantísimas veces, pisoteándome aquellos que viajaban conmigo, pero sabía que tenía que levantarme, irme al puente de mando y retomar el timón y los mandos de mi vida, para conducir durante la travesía, parando en esos puertos que me aporten experiencias y enriquezcan mi espíritu. Nada conseguirán esos barcos tan lujosos en apariencia, con tantas galas, podridos en su interior. Tampoco esos demonios interiores o exteriores, que tanto nos atacan, aliados o no a la adversidades. Llego a este nuevo viaje desprendiéndome de la mierda que me impedía navegar por este mar llamado vida, y con ganas de vivir, aprovechar cada momento, cada instante, enviando mis botellas con mensajes, para quién quiera leerlos o responderlos. He vuelvo, y lo he hecho para quedarme, porque voy a luchar con dos huevos, lejos de esos admirados valores de la batalla.
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Anda que no!!!
ResponderEliminarComo vamos a surcar nuevos mares sin reparar la nave?
Creo que ya estas metido en un mar muy azul,no exento de tempestades,que te permiten narrar el viaje con tal clarividencia de la ruta a seguir.
Pero no cantes nunca victoria ni creas que por navegar en un mar nuevo el barco no se puede volver undir.El mar es inmenso e innumerables sus caprichos. Pero lo bueno es saber que si una vez náufrago has encontrado una isla
has superado,al menos,el miedo ha volver a naufragar.
Si al primer contratiempo te contaminas con el miedo,nunca sabrás lo que existe mas alla del miedo,y tu barco estará siempre anclado en tierra,carcomido por los años.
Te deseo una muy buena travesía.
Saludos
Ahoi! ahoi! a la lucha, que las batallas sean muchas y los botines sean interesantes. Un saludo de armas, a por todas.
ResponderEliminarLos miedos están ahí, gennettica, pero no debemos dejarnos dominar por ellos. Sé que volveré a naufragar, una y mil veces, pero aprenderé de mis errores. Pero ya se sabe, este mar guarda demasiados barcos hundidos.
ResponderEliminarGracias.
Hola, MALINA, ya lo puse.
Besos.
Seguiré luchando, con los cañones acenagados y la bandera de la gota de sangre con alas. Dirigiendo mi vida. Hay un tesoro que deseo conquistar, y espero lograrlo...
Un abrazo, dezaragoza.