Originales y autores

Aunque me considero coleccionista y lector de cómics, mi colección de originales se reduce a dibujos realizados expresamente y las firmas de los diferentes salones y jornadas. Me gustaría poder contar con alguna página de algún tebeo, pero me niego a favorecer el negocio de la especulación, ya que raramente es el propio autor el que vendedor de su obra, si es que se entera de dicha venta. No hace mucho, literalmente, he conocido que cientos de páginas han sido puestas en subasta en e-bay, sin que llegue un céntimo a sus creadores, lo cual creo que roza la ilegalidad, si no la sobrepasa. Ante dicho abuso, ¿dónde están los jueces y las sociedades de gestión para paralizar y penalizar esto? Porque no es de recibo que unos pocos se forren a costa del trabajo de otros, puesto que en muchos casos suelen vivir en la indigencia. Ante tal abuso, sólo queda poner en conocimiento y denunciar públicamente, para crear conciencia y dar a conocer esta tremenda injusticia. Entidades como la SGAE dicen defender a los creadores del abuso y la piratería, guardan un vergonzoso silencio que hace preguntarnos dónde están y su función real, lejos del único interés recaudatorio. ¿Por qué? ¿Acaso los dibujantes no son autores? ¿O es que existen autores de primera y segunda?

El Capitán Trueno y el Santo Grial

Tras varios intentos fallidos, acabo de conocer que se va a rodar la película del Héroe, con mayúscula, El Capitán Trueno. Apenas se ha filtrado un vídeo del rodaje, pero es un principio y me hace confiar en un buen resultado. Según he podido saber, el estreno se producirá a finales de 2011, con lo que el próximo año será obligado ir al cine entre tanta novedad interesante, y veremos al Capitán Trueno, Crispín, Sigrid y a Goliath en 3D's. A nivel personal, me hace muchísima ilusión, puesto que fue el primer tebeo que yo leí, cuando visitaba a mi abuela en el pueblo y mi tía los solía bajar del desván. Nada queda de aquello en mi vida, pues el inexorable paso del tiempo ha ido arrebatándome a personas, lugares y tebeos. No en vano han pasado más de tres décadas desde que recuerdo estar sentado aguardando mis lecturas mientras los mayores hablaban de sus temas, de los cuales no guardo recuerdos, pero sé que son los mismos que yo toco hoy por hoy cuando me reuno con familiares o amigos, pues nada ha cambiado y son pareceres universales. Aquellas tardes de lectura se convirtieron en una vida de amor y pasión a la viñeta, al tebeo, que muchos criticaron y pocos entendieron en mi solitaria adolescencia. Una afición que no se desprende de mí, porque está arraigada en lo más profundo de mi alma.

Presión fiscal

Sinceramente, no sé si algunos ministros carecen de vergüenza, viven alejados de la realidad o sencillamente son incompetentes. En los últimos días, Pepiño Blanco anda diciendo que la presión fiscal española es la mas baja de Europa, y que habría que equipararla al resto de países de la Unión, sin importarle o conocer que el salario mínimo español está 300 euros por debajo de aquello que muchas naciones consideran el umbral de la pobreza, que exista una alta tasa de desempleo, ni los informes de Hacienda. Ante tal nivel de desfachatez, sólo cabe expresar repulsa y rechazo y preguntarle si está al corriente de la situación real española, porque demuestra que no es así. Es cierto que los impuestos aquí son bajos, pero los sueldos y pensiones no son más altos, algo que parece no ver el titular de Fomento en su ceguera estadística. Le aconsejaría, señor Blanco, que dejase las ruedas de prensa, saliese a la calle y conviviese con cualquier familia con todos sus miembros en paro durante un mes, y que después, volviese a proponer una subida de impuestos. ¿Lo haría? ¿Sería capaz de llegar a final de mes con 420 euros al mes en un hogar donde viven 7 personas? Cuando haga esto, se esfuerce por el pueblo que le votó y el que representa, hable de la presión fiscal. Mientras tanto, cállese la boca, porque no tiene ni pajolera idea de lo que habla.

Revolución de cartelería

A pesar de llevar varios años alejado de la vida de estudiante, el otro día debí pasar por la Universidad de Sevilla para resolver varios asuntos personales. En mi paseo por el edificio del Rectorado, en la Antigua Fábrica de Tabacos, observé los tablones de anuncios plagados de anuncios de manifestaciones, luchas obreras y proclamas contra la derecha y Zapatero, algo con lo que hube convivido en aquella época en la cual aprendía la Lengua Francesa. Me llamó la atención, sin embargo, que sólo fuesen proclamas superpuestas en un gigante corcho en el cual convivían con anuncios de autoescuela o fiestas Erasmus. Nadie pedía nada ni quería o se atrevía a luchar contra ese sistema que se supone opresor. Con pegar unos carteles o crear grupos en las diferentes redes de ostracismo se conformaban. Esa era su revolución, su claudicación ante el sistema al que acusan de opresor. Entendí entonces que había cesado, que la guerra se perdió, y que los de siempre habían ganado, porque nadie les plantó cara en su momento. Recordé aquella frase atribuida a Bertold Bretch que decía ahora vienen a por mí y ya es tarde. Porque la gente está más ocupada en repartir los panfletos que en cuestionar o rebatir ya sea lo escrito en los panfletos o pósters o los abusos sufridos. A mis 37 años, más bien alejado de la juventud pretérita, soy incapaz de comprender el porqué de esta pasividad conformista, que soporta de manera humillante todos los desmanes de los poderosos. Me pregunto dónde están aquellos que despierten las consciencias, aquellos luchadores tan necesarios en esta época donde se ven claramente los abusos de unos pocos sobre el resto. ¿O acaso el vil metal puede más que la dignidad?

Psicólogos, cómics y superhéroes

Como si los psicólogos no tuviesen otra cosa más importante que hacer, se ponen a analizar los arquetipos de los superhéroes actuales, y no les parecen buenos ejemplos para la sociedad actual y la adolescencia. Desconocedores de las historietas o historias de personajes como Iron Man o Hulk, argumentan que el primero trata a las mujeres como objetos, y el segundo sólo usa la fuerza bruta para resolver conflictos. Y es lo qué tienen que hacer. No hay más, porque uno es un playboy, y el otro carece de intelecto. No hay más. Que se dejen de compararlos con Superman, Spiderman o cualquier otro. No son más que personajes de papel, que nos sirven para evadirnos y escapar por un instante de la realidad y la bazofia que nos rodean. Aparte, y para que se enteren de una vez por todas, el cómic no es patrimonio exclusivo de la infancia y adolescencia. No sé cómo coño lo voy a decir ya. Los tebeos, cómics, manga, fumetto o cualquier otra definición sólo son eso, historias. ¿Por qué nadie se mete con bodrios como El Código da Vinci u otros best sellers y analiza la psicología de los personajes? ¿Por qué esta cruzada contra las viñetas y tanto prejuicio? ¿Por qué no dejan que el mundo pueda tener su fantasía? Y sobre todo, ¿por qué no se dedican a analizar otras cosas más importantes y reales?

Avengers: United They Stand: Episodio 1