miércoles, 14 de marzo de 2012
Radiobasura
Debo reconocerme como un fiel oyente de la radio, pues el mundo al que nos transporta las ondas nada tiene que ver con el secuestro que la televisión nos hace al requerir toda la atención para la misma. El otro día, mientras escuchaba Radiolé descubrí por qué me resultaba una emisora repulsiva y poco atractiva a la vez que interesante. No se trataba de la música ofrecida y ofertada, que no es santo de mi devoción, ya que a mí me gusta más el flamenco puro que los sucedáneos y el sevillaneo o lolaileo más cañí, sino el modo de tratar las llamadas de los oyentes. Mientras se recibía una llamada de alguien que aireaba los trapos sucios y la mierda de su vida, el locutor de aquel programa (Café Olé) no era capaz de callar a esa mujer ni tener firmeza para evitar que esta señora contase no sólo su intimidad, sino la de otras personas, alzando la voz y llegando al insulto, en una vulgar imitación de esa mierda a la que llaman programas del corazón. Lejos de evitar esta humillante y vergonzosa intervención, nadie hacía nada por cortarla o interrumpirla, ya que estaban encantados con el interés mórbido que suponía . No entiendo cómo se puede fomentar este tipo de comportamientos bajo el amparo de la Libertad de Expresión, pues eso sólo son maneras de gente extra-ordinaria, que desconoce el significado de las palabras respeto, tolerancia o intimidad.
lunes, 12 de marzo de 2012
Obituario:Moebius
Conozco vía Facebook el fallecimiento de uno de los Grandes Maestros del cómic, Jean Giraud, Moebius. Conocí la obra de este creador con muy corta edad, con apenas diez u once años, en las revistas de Spirou que Dargaud editaba en español. En aquella época eran las aventuras de dibujos serios que venían al final de las mismas. Aquel teniente Blueberry me cautivaría el resto de mi vida. Admirador de las dos facetas de este genio de la ilustración y la viñeta, siempre preferí a Gir o Jean Giraud, pues fue lo que me marcó, al igual que una ilustración suya de la capa de Superman perdiéndose en el infinito, que sería usada(desconozco si con o sin su consentimiento) para cerrar los episodios de la serie Lois y Clark. Su estilo inconfundible y su genialidad le hicieron ser admirado por aficionados y profesionales. Con la desaparición de Moebius el cómic se vuelve a quedar huérfano de creadores, al igual que sucedió cuando otros autores de su talla como José Sanchís, Manuel Vázquez o Jack nos dejaron. El cómic mundial vuelve a vestirse de luto, a cerrar otro bote de tinta y a contar con otra leyenda en ese panteón de los grandes: Jean Girau, Gir, Moebius, todo un Grande nos ha dejado. Descanse en Paz.
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