Maldita la gracia

Hay ciertos estigmas que son difíciles de borrar de la sociedad, tan cargada de prejuicios, siendo uno de éstos el absoluto desconocimiento de los juegos de rol por parte de la sociedad, y de los medios de comunicación. De poco sirve que los educadores, psicólogos o formadores aconsejen este tipo de juegos para la socialización de niños con problemas de autismo o falta de autoestima, y que el Ministerio de Educación y Ciencia lo recoja así en su página web, porque a la más mínima de turno, llega el típico guionista graciosillo, inculto y cargado de prejuicios que se le ocurre la genial idea de revivir el peliagudo asunto del asesino de la katana, para así volver a echar tierra y mierda sobre aquellos cuya diversión no consiste en lo normal, es decir, fútbol, borracheras y juergas desaforadas con su correspondiente resaca. Como rolero de pro, veterano en estas lindes, quiero exigir a La Sexta una disculpa por la emisión de La Tira, la cual reproduzco para mostrar de lo qué hablo. Quiero decir, una vez más, y cansado de repetir estas palabras, que los jugadores y jugadoras de rol, roleros y roleras, no somos locos ni asesinos. Tenemos una afición diferente al resto, sana que nos permite desarrollar la imaginación hasta límites insospechados, y que, una vez que se termina la partida, se queda en el manual y las fichas. Ya está bien de tratarnos como tarados. No lo somos. Empiecen a respetarnos, que es muy duro ser acusado de asesino porque alguien se escudó en esta afición para cometer los más horrendos crímenes...