
Sorprendido me ha dejado la magnífica visión de Alfonso Zurro sobre el mito de Carmen. Cuando compré las entradas, pensé que sería una adaptación más, algo parecido a lo que estamos acostumbrados a ver, mas afortunadamente no ha sido así. Durante las cerca de dos horas nos sumergimos en la apasionante historia de Carmen, una cigarrera de Sevilla, una mujer libre, que anhela y lucha por su libertad, su independencia, reflejada con maestría en la obra de Prosper Merimée y la ópera de George Bizet. Si bien la adaptación que la compañía Teatro Clásico de Sevilla es bastante fiel, el texto sabe adaptarse a los tiempos actuales, ofreciendo guiños con alguna canción reciente, o la crítica hacia la excesiva importancia que la sociedad le da al fútbol por encima de todo, incluso la violencia machista, perfectamente reflejada en una de sus escenas, que logran atrapar al espectador con una puesta en escena cuidada hasta el más mínimo detalle, invitando a plasmar en fotografía cada momento, cada instante. Nada es baladí, casual, o superficial, ya que estamos delante de un argumento tan profundo que nos invita a interpretar o entender más allá de lo reflejado a priori, y no quedarnos con la primera impresión. Sin duda alguna, recomiendo este magnífico trabajo, que deseo volver a ver pronto.