Eulana

Por fin ha descansado. Tras 17 años en coma, Eulana Englaro ha fallecido en una vida que no era tal. Enchufada desde aquel trágico accidente, y convertida en un vegetal, que era alimentada por sonda gasogástrica.Hagamos un ejercicio de sinceridad y preguntémonos si queremos esa vida, en la cual no podemos expresar lo qué sentimos, ni comunicarlo a la gente que queremos. Estamos hablando de vida vegetal, como un cactus, una margarita o una rosa. Esa era la vida que llevaba Eulana, y a la que Silvio Berlusconi, demostrando su autoritarismo quiso condenar, puesto que una vida así no es más que una condena al sufrimiento y a una lenta agonía sólo comparable a la sufrida por los torturados. Sinceramente, yo no querría ser prolongado de esta forma, pues es un desgaste para la gente que te rodea, y creedme, sé de lo qué hablo, por desgracia(algunos y algunas sabéis a lo qué me refiero). Me he planteado muchas veces el tema de la eutanasia, y lo veo bien. Veo bien que cuando llega un momento en el cual sólo sobreviven los órganos y ni siquiera la consciencia responde, necesitando de respiración asistida para mantener las funciones vitales, la desconexión sea lo mejor que pueda pasar. Nadie se merece ese desgaste, ese largo sufrimiento, ni padres, ni hermanos,hijos, ni aquella que sea depositaria del amor más puro. Por eso, lejos de ver un asesinato u homicidio en la muerte de Eulana, considero que se ha hecho algo que era de humanidad, y es acabar con la agonía de alguien que dejó de vivir hace 17 años.