martes, 5 de agosto de 2008
Una lacra que no para
Hoy han vuelto a ser asesinadas dos mujeres a manos de sus parejas. Con ellas se eleva el número de víctimas de la violencia machista a 36. Cada vez que preparo una entrada sobre este tema, tiendo a repetirme, a usar las mismas palabras una y otra vez, pero estoy convencido de que el silencio y la ignorancia nos hace cómplices, y por eso escribo. En mas de una vez, más de un lector y amigo, anecdóticamente hombre, me ha dicho que es un tema demasiado repetido, y que debería dejar de opinar sobre el mismo, pues con que se haga una sola vez es suficiente y basta. Nada más en desacuerdo. Callar la opinión y evitar expresarla nos hace tan cómplices como aquel que mata. Es necesario gritar y condenar con repulsa que la violencia machista existe, y que al año cuesta más de 50 vidas humanas, por culpa de esos machos que sólo lo son cuando pegan y matan. Como ya he dicho en innumerables ocasiones, no quiero escribir sobre este tema. Me tiene cansado, pero no dejaré de hacerlo mientras haya mujeres fallecidas por la posesión masculina y unos machos que distan de ser hombres y que se ríen de este problema social. Mientras haya una víctima de la violencia de género, asesinada o no, mientras esta sociedad siga adorando el poder del falo, seguiré denunciando públicamente este problema evitable con una educación en tolerancia y respeto, a la vez que igualdad.
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