La venta de originales siempre ha sido un lucrativo negocio para los dibujantes e ilustrativos. Desde cantidades accesibles a precios astronómicos, una lámina original de un artista es un objeto de deseo para los coleccionistas. Disfrutar de una obra de arte de uno de estos artistas es un placer a todos los sentidos. Desde que la infografía entró en nuestras vidas, los precios de estos originales ha descendido de forma increíble. Al no tratarse de una obra única, un original de un artista infográfico puede puede llegar a tener unos precios accesibles a cualquier bolsillo, lo cual es digno de agradecer.
A veces escucho que esto el arte informático no es tan válido como el tradicional, lo cual me indigna, ya que no son pocas las horas que se pueden pasar delante de la pantalla, dejándose la vista delante de la pantalla, y robándole tiempo al sueño y a la vida personal. Por eso pienso que el ordenador es una nueva herramienta que facilita el trabajo, pero no sustituye ni realiza lo que la mano o la imaginación son capaces de proyectar.
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