Acoso escolar

Hoy he leído que una niña de trece años ha sido agredida por sus compañeros por el simple hecho de ser lesbiana, por ser diferente al resto y estar fuera de todos los cánones de esa mal llamada normalidad, que excluye a aquellos y aquellas que destacan, de forma voluntaria o no, ya sea por su imaginación, por su vestimenta o por su condición sexual, amén de otros motivos que necesitaría miles de páginas enumerar. En una sociedad que dice ser tolerante, los caldos cultivo de homofobia, xenofobia y otras fobias, así como el odio más arraigado, no deberían darse, sobre todo entre los niños y niñas, que son el futuro. Infundir y fomentar el odio a lo diferente es muy grave, porque es un retroceso de las libertades y un paso atrás en la evolución de las ideas. Me preocupo cuando veo día a día que no se enseña respeto ni educación, ya que los patrones y modelos a seguir carecen de cultura y formación, así como de solidaridad y humanidad en no pocas ocasiones. Los admirados y admiradas dejan mucho que desear, y sólo saben hace apología del individualismo, el egoísmo y de la falta de esfuerzo para conseguir las cosas. Esos no son valores humanos, tanto para la infancia como para cualquier otra franja de edad.