Habacuc expuso

El año pasado, Guillermo Vargas Habacuc expuso un perro agonizante en una Bienal de Arte Contemporáneo. Este supuesto artista apelaba e invocaba la libertad de creación para mostrar un perro amarrado en dicha muestra, de la cual no voy a ofrecer ninguna imagen por la crueldad de las mismas. Permitidme la autocensura en esta ocasión. Desde el momento que la noticia saltó a los medios, se recogieron más de un millón de firmas para que este señor no tuviese la oportunidad de enseñar su obra. Ayer leo en una página que la Bienal en la que se exigió a través de las firmas que no estuviese presente que las ignoraban. Decían que era su deber manifestarse en contra, acusando de manipulación mediática y de censurar a un autor, que se reserva el derecho de decir si aquel perro murió durante la muestra, palabras que denotan un enorme cinismo y falta de vergüenza como persona, y no digamos como artista, lo cual siempre he puesto en duda. Apelar e invocar a la libertad de creación no es el argumento más recomendable y ético cuando se trata de la vida de un ser vivo. Invitar a la polémica y reclamarla para llamar la atención en un todo vale apologista del maltrato animal es algo que debe ser denunciado, públicamente, y de forma legal si fuese posible. Desde mi pasado artista, quiero decir que yo también quise crear polémica a través de mi obra, pero ni por asomo se me ocurrió dañar físicamente a ningún ser vivo.