sábado, 25 de octubre de 2008

Temporales de tormenta

Aquél día se fueron temprano a trabajar a su finca, pues la campaña estaba siendo muy fructífera, como hacía años que no sucedía. Eran las cinco de la maña y el cielo estaba cubierto por unas oscuras nubes que auguraban una tormenta que podría estallar en cualquier momento, pero eso no parecía preocuparles, pues debían recoger la cosecha para que no se estropease. Un rayo seguido de un trueno iluminó la carretera, que durante un instante resplandeció como si fuese cualquier hora del medio día.
-Acelera un poco, Miguel, a ver si llegamos antes que empiece a llover-le decía su hermano, ya que le aterraban las tormentas de una forma tan irracional que las palabras serían incapaces de narrar tal sentimiento.
-La carretera no está en condiciones y lo sabes. Prefiero ir seguro-le respondía éste, sin perder de vista el camino. -A ver si terminamos prontito y regresamos antes de que se ponga esto más feo y no podamos siquiera coger el coche.
Otro relámpago, seguido de un trueno amenazaba a quienes estaban en la carretera, empezando a descargar las primeras lluvias, suaves, que dejaban un olor a tierra mojada, añorado por las gentes del lugar, para aumentar su intensidad bruscamente, en un agresivo temporal que apenas dejaba ver dos metros más allá del automóvil, que desataba su furia en forma de una espesa y agresiva lluvia que dejaba ciegos y sordos a aquellos que cubría. De repente, algo se tropezó en su camino. Habían atropellado a alguien, pero con las facciones de su madre, ingresada en un hospital lejano del sitio donde se encontraba la finca. Asustados como nunca, pararon el coche y decidieron esperar a que el tiempo arreciase, pero el sueño y el agotamiento de tantísimos días de hospital pudo con ellos y cayeron en un profundo sueño del cual despertarían horas más tarde, cuando los rayos del sol regresaban a un azul cielo, que no recordaba aquellos terroríficos momentos de la madrugada. Al salir del vehículo, comprobaron que estaban al borde de un precipicio, pero esa no sería la única impresión que se llevarían... Desde el hospital recibían una llamada para comunicarles que su madre había fallecido cuando las primeras luces del día empezaban a despuntar...

Basado en hechos reales

4 comentarios:

  1. Joer. Dos cosas:

    1- Me has dejado los pelos de punta

    2- Escribes muy bien. No dejes que nadie te convenza de lo contrario.

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  2. Gracias, Kike... A este blog le queda todavía mucho que mejorar, al igual que a mis escritos. No estoy haciendo apología de la modestia, pues ya sabes la frase que me dejó en herencia el Tío Vazquez. Te hablo de superación diaria... Cada día trato de hacer mejor mi trabajo.

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  3. Supongo que te pasó a tí, ya que dos posts más arriba hablas de la muerte reciente de tu madre...
    Sorprendente; como si el mundo físico en que vivimos fuera mucho menos "físico" de lo que creemos.
    A veces. Como si se hiciera permeable al "mundo" mental, psíquico...

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  4. No me sucedió a mí... Sólo conocí la historia por alguien que me la contó... Reconozco que me puso los vellos de punta, y quise compartirla con vosotros. Te doy la birnvenida a nuestro rinconcito. Un saludo

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