Escrúpulos, casinos y trabajo

Resulta cuanto menos escandaloso que nadie cuestione o se oponga a las condiciones leoninas que el magnate Sheldon Adelson quiere imponer para montar su Eurovegas en España. Este señor pide que se relaje el estatuto de trabajadores, las leyes de extranjería, contra la prevención del blanqueo de dinero, del tabaco y dejar entrar a menores y ludópatas reconocidos a las diferentes salas de juego entre otras exigencias para montar su franquicia de ciudades dedicadas al juego en España. Si bien es cierto que va a dar una importante cantidad de puestos de trabajo y suponer una previsión de empleo, dudo mucho que éste sea estable o de calidad, ya que sólo va a importar y primar el beneficio económico en detrimento de los demás. Si España, sin importar la ciudad que sea, acoge este complejo dedicado al juego, se convertirá en el hazmerreir de Europa y puerta de entrada a los más peligrosos delincuentes mundiales, que no dudarán en usar todas sus tácticas y tretas para establecerse en nuestro territorio y actuar de manera impune. ¿Se merece España esto? Yo creo que no, porque, independientemente de la clase política que tenemos, somos un país de clase y altura, no el putiferio de un ricachón que desconoce el significado de las palabras escrúpulos y dignidad.