Fracasos evidentes y no reconocidos

Desde que entró en vigor la ley de menor, se ha ido comprobando su ineficacia y sus fallos, obligando ello a una derogación inmediata o a una remodelación más que necesaria, pero los políticos no quieren hacerlo. No les da la gana. Bajo la bandera de no hacer las cosas en caliente, dejan de ver que no tienen interés en reparar errores harto evidentes. Casos como el de Sandra Palo, Marta del Castillo o las dos niñas violadas en los últimos días, demuestran esos fallos negados por quienes crearon las leyes. Lejos de escuchar el clamor popular y reconocer los errores, nos dicen que no se debe actuar cegados por el momento. Y yo pregunto: Si es una ley que no está bien redactada, aplicada o vaya usted a saber, si es harto ineficaz y demuestra que está carente de ningún fundamento lógico, ¿por qué no se redacta un nuevo proyecto de ley? ¿Por qué, por citar la violación de esa niña de 13 años, los culpables no pueden asumir responsabilidad penal, si son capaces de delinquir, aunque tengan 12 años? No lo entiendo. No entiendo que se dediquen a otras cosas, que nos distraigan con cortinas de humo y dejen que los menores de edad actúen a sus anchas, sin poder siquiera defendernos si somos agredidos por los mismos. Es evidente que algo no funciona. ¿Por qué no se reconoce?