Caminamos entre ruinas una vez que el fuego enemigo ha cesado. Un tenso silencio, en una tensa calma reina en el ambiente de este planeta perdido en el confín de la Galaxia. Esta misión no es nada agradable, ni siquiera justa, pero estamos aquí, el Séptimo de Searus combate para librar al Imperio de la amenaza xenos. Pero esta guerra es injusta. No son orkos, ni eldars los muertos. Aquí mueren a diario civiles, mujeres y niños y nadie hace nada por evitarlo. El Imperio y sus mandatarios quieren prolongar esa guerra continua para purgar la galaxia de una amenaza que no es tal. Estoy cansado de desperdiciar munición, de no querer saber si alguno de los proyectiles que he disparado ha alcanzado a algún inocente... Quiero gritar que tengo miedo, que no deseo combatir, pero mi vida corre peligro si retrocedo, si abandono mi puesto. No es fácil pertenecer a la Guardia Imperial, ni obedecer las órdenes de aquellos que están en los palacios imperiales o las naves intergalácticas. Ellos no se paran a escuchar ni conocer los sitios que deciden invadir y purgar. Me pregunto, como siempre, si algún día podrá existir la paz, esa palabra prohibida en los límites del Imperio.
A las víctimas de las guerras, y en esta ocasión a las de Gaza.
Gaza, Sierra leona, Afganistán...
ResponderEliminarBesicos
No olvido ninguna víctima de guerra...
ResponderEliminarBesicos