domingo, 15 de junio de 2008
65 horas
El otro día me enteré de la recomendación de la Unión Europea para aumentar a 65 horas semanales la jornada laboral. Es decir, pasar de las 8 horas actuales a 11 o 13, según se mire, dependiendo de si se trabaja el sábado o no. Este retroceso en los derechos de los trabajadores y trabajadoras no es más que una burla hacia toda persona que trata de subsistir con un empleo, mediocre o no, amén de un robo de su vida privada, ya que será imposible compatibilizar vida privada con tan amplia jornada laboral. Si difícil es ahora con un tercio del día empleado en el trabajo, cuando sobrepase la mitad del nombrado, será una utopía vivir. Nos hayamos ante una nueva forma de esclavitud, y es necesario hacer algo para evitar que esos políticos y políticas elegidos actúen como les dé la gana, olvidando u obviando que tenemos derecho a trabajar, pero no a entregarle la vida a la empresa que nos contrata, y que no aumentará los sueldos con el aumento de las horas trabajadas. Espero que esta locura fascista y de extrema derecha se quede en una sola recomendación, y sea ignorada y rechazada por el resto de países de la Unión Europea. Y puestos a pedir, que los políticos y políticas piensen más en la ciudadanía que en los intereses personales, ya que hacen que dejemos de confiar en sus palabras y estar cada vez más en desacuerdo con sus decisiones tomadas, sean en beneficio o detrimento de la sociedad.
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